martes, 12 de noviembre de 2013

La Torre Oscura. El Hechicero


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GUION: Robin Furth
DIBUJOS: Richard Isanove
EDITORIAL: Panini
PVP: 3,50 €


Edición original: Stephen King’s Dark Tower: Sorcerer Nº 1 USA. Fecha de edición: enero de 2010.

Fiel a mi propósito de reseñar toda la adaptación de La Torre Oscura, de Stephen King, en el formato que tanto cariño profesamos, me compro este número especial, dispuesto a encontrar poco o nada de la trama principal. Todo lo contrario, pues nos cuentan exactamente eso, lo que ya conocemos. Vamos al trapo.

Le dan la posibilidad, a la entusiasta Robin Furth, de escribir un suplemento especial a la obra que tanta dedicación y tiempo invierte. El centro neurálgico del mismo, un personaje a la par misterioso e interesante, que debería despertar en nuestro interior algo más que cierto resquemor. Se trata del mago, el nigromante, el hechicero Marten Broadcloak.

Un acierto pausar, y fijar la atención a tan siniestro carácter. Debéis saber que su nacimiento es anterior al del propio Roland; así pues, anterior a La Torre, anterior a la obra de King, cuando fumaba canutos (más canutos, quiero decir). Como suele suceder con la obra del autor, es además un recurso recurrente, la fuente del caos en más de una novela del mismo: era el insufrible Flagg de Los ojos del dragón, a quien todavía dan caza en Casa Negra, y el oportunista malvado que hace estragos en Apocalipsis.

Para darle vida, proporcionar las dos dimensiones que requiere el medio, la guionista roba una frase aquí, una cita allá. Acierta otorgándole la voz de Crowley, tan lapidaria y profética como temible. Pero aquí se acaban sus iniciativas acertadas.

En cierto modo, el Pomelo de Maerlyn, al igual que el propio Marten, son creaciones del mismo malvado hechicero, por lo que pueden considerarse hermanos. Por ello decide planificar una personalidad femenina que personificará el orbe. De base, ya me parece un error, por abrir una caja sin fondo, con temibles e impredecibles consecuencias; pronto, cada una de las bolas tendrá su propia personalidad, y Bandai abrirá una línea de juguetes y muñecos articulados. Además, y en contra de la opinión de la propia sra Furth, el resultado es bastante penoso, casi rastrero, una caricatura alejada del espíritu de la serie. Una mala broma.

El otro error que le otorgo al guión, es la narración de la misma historia que ya conocemos, que hemos leido en la miniserie anterior. Unicamente proporciona el punto de vista alternativo de su propia elección. Más me hubiera gustado indagar en el sorprendente e inmenso pasado del hechicero.

El dibujo de Isanove, fantástico, en la línea. Pero más comedido, con menos ilustraciones a toda página, obligado a la división por viñetas que interpreta tan necesaria ahora. Ello le resta espectacularidad, seña y valor de la colección.

Lo único que puedo decir, es que encuentro ésta una oportunidad perdida, pero un buen punto de inflexión para futuras incursiones al impresionate universo de King.


Valoración: 5,5/10

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