jueves, 30 de agosto de 2012

Fábulas #17. Heredar el Viento

wrapimgGUION: Bill Willingham
DIBUJOS: Mark Buckingham
EDITORIAL: ECC
PVP: 12,95


Tomo tapa blanda. 17x26 cm., 144 pag., color. Recopila Fables núms. 108-113 USA (2011-12).

Cabe preguntarse cuáles son los motivos por los que esta colección es una de nuestras favoritas, más cuando ya encaran los diez años de publicación consecutiva. Algunos síntomas de fatiga presenta, pero en este ejemplar encuentro no pocas buenas motivaciones para seguir enganchado al invento de Willingham.

Por ejemplo, la elección de un entorno con un enorme potencial, prácticamente sin explotar por autores de prestigio. Me refiero al mundo de Oz, tan rico y próspero, donde ha encontrado su sitio un mono alado ninguneado por la masa; hasta que encuentra su propio filón, y su personalidad crece a cada página que protagoniza. Asistimos al nacimiento de un héroe.

Su contrapartida, la creación de un villano, en la forma de una hermosa señora, hecha a sí misma, y capaz de albergar frialdad y tenacidad a partes iguales. Si bien Manhattan carece de la magia a la que nos hemos acostumbrado, es cuestión de tiempo que se convierta en una fuente de poder por sí misma.

Pero el plato fuerte de este volumen es la camada de Feroz y Blanca Nieves, compuesta por seis (o siete) criaturas, que justo ahora empezamos a conocer de verdad. Disponen de tiempo y materia para desarrollar fuertes personalidades que soportarán el peso de las tramas venideras, y pretenden extraer petróleo.

No todo es magnífico, al menos en este ejemplar. Un extraño especial Navidad, con Rosa Roja de protagonista, tibia el producto, a pesar de contar con un inagotable Buckingham; bien por la idea, pero fracasa en la elección del formato. Cierra el libro otro ejemplar fuera de colección regular, esta vez ilustrado por una galería de tremendos artistas, como P. Craig Russell, Ramon Bachs, Adam Hughes, o Zander Cannon. Igualmente descafeinado, a pesar de las buenas intenciones.

A pesar del regusto agrio, somos conscientes que tratamos con una serie fantástica, plagada de grandes personajes, en continuo desarrollo y cambio. Su mayor inconveniente, es precisamente la disoluta atención que disfrutamos para cada uno de los acontecimientos, obligados por el ritmo y el enorme material disponible. Ese problema quiero seguir teniendo.


Valoración: 7/10



Imagen

lunes, 27 de agosto de 2012

Northlanders #6. La hija de Thor

wrapimgGUION: Brian Wood
DIBUJOS: Simon Gane, Matthew Woodson, Marian Churchland
EDITORIAL: ECC
PVP: 11,50 €


Tomo tapa blanda, 112 páginas, color. Edición original: Northlanders 37 a 41 USA (2011).

Sexto volumen de la serie Northlanders, que continúo comprando a pesar de que el autor, Brian Wood, ya no cuenta con el favor de las musas. Inspirado en los norteños que poblaban la Europa más septentrional sobre el siglo X dC, comenzó siendo un reflejo crudo y violento de una sociedad fascinante, que se ha ido diluyendo en fuerza e intensidad a lo largo de los años.

El grueso del ejemplar, compuesto por los tres primeros números, lo constituye una crónica sobre el asedio a París, acaecido en el año 885. Un tipo muy duro y con el ceño fruncido ayuda a cambiar el curso de la historia, provocando el vuelco de una trama algo anodina. El dibujo de Simon Gane hace honor a la escuela italiana de Camuncoli y similares, si no os habéis empachado todavía.

Le sigue otra historia muy distinta en corte, sobre un cazador y su presa, el modo de ganarse la vida de uno y otro, y la necesidad de ambos. Muy introspectiva y correcta, el dibujo de Matthew Woodson le hace justicia. Lamento que su limitada extensión le impida explayarse, y convertirse en una apropiada oda a la supervivencia.

Por último, cerramos capítulo con el típico protagonismo de una chica que, como todos los miembros de su sexo, no pintan nada en algunas sociedades. Apropiada parcela para una película infantil de dibujos animados, si quieres puedes y todo depende de ti mismo, pero asombrosa para un tebeo del sello adulto Vertigo. La dibujante Marian Churchland se destaca como lo mejor del experimento.

Me cuesta encontrar un buen motivo para no abandonar la colección, y la política económica de la nueva editorial no me ayuda en absoluto. Si bien es un ejemplar más delgadito, y más barato de lo que acostumbro, la relación entre el precio y el objeto me sigue pareciendo muy desproporcionada. Y todavía faltan casi dos años de publicaciones por editar!


Valoración: 5,5/10


Imagen

Veneno

wrapimgGUION: Peer Meter
DIBUJOS: Barbara Yelin
EDITORIAL: Sinsentido
PVP: 20,00 €


Tomo tapa blanda, 19x23 cm., 200 pag., B/N.

Justo cuando empieza el periodo vacacional, y apetecen lecturas ligeras y superfluas, se me ocurre emprenderla con un título de profundas e intencionadas maneras. Al contrario que otras fuentes de sosiego y entretenimiento, el noveno arte siempre acostumbra a imponer sus referencias estivales, y no se dan en esta ocasión.

Aunque se narra en retrospectiva, la trama raiz acontece en el año 1831, en la populosa y burguesa ciudad alemana de Bremen. Una joven ha sido enviada allí para escribir un libro de viajes, sobre las lindas y efectivas maneras en que una persona puede dedicar allí su tiempo. Pero un suceso está a punto de tener lugar, y cambiará drásticamente sus planes editoriales.

Resulta que una tal Gottfried, una anciana de aspecto anodino, ha sido acusada de envenenar a numerosas personas, y provocar la muerte de unas pocas, entre ellas sus maridos y sus hijos. La ejecución tendrá lugar al alba, con la agitación evidente que provoca tal espectáculo.

Peer Meter
es un hombre muy interesado en este hecho, que sucedió realmente, y repercutió en la sociedad de Bremen durante décadas. Se ha limitado, lamento indicarlo, en transcribir los escritos recientemente recuperados, y utilizar la viñeta como escusa publicitaria. El modo en que la información llega hasta oidos de la protagonista, y por ende a nuestro conocimiento, es anodino y banal, justificado a duras penas en una trama incluso tan limitada como parece. Aprovecha para demonizar actitudes machistas, a pesar de que tuvieron lugar hace casi doscientos años, resbalando al lector menos crítico.

Barbara Yelin justifica con su arte la lectura de este material. Uso de lápiz negro, grafito y humo, bastan para imprimir una atmósfera opresiva, un ambiente negativo y acusador, presente en todas las páginas del volumen. No es suficiente, sin embargo, para enmascarar el carácter casi caricaturesco que el guionista refleja en sus cuatro personajes de atrezzo, con lo que no remonta la pérdida de credibilidad y naturalidad.

Recomiendo al lector, si quiere enfrentar la lectura del libro con cierta posibilidad de disfrute, que obvie la información adicional que figura al final de su ejemplar: un resumen detallado de todo el material incluido en viñetas. Eso sí, le ahorrará el esfuerzo si debe entregar un trabajo escolar.


Valoración: 4,5/10


Imagen

Andando

wrapimgGUION: Alejandro Torres, Daniel Riego
DIBUJOS: Alejandro Torres, Albert Carreres
EDITORIAL: Norma
PVP: 18,00 €


Tomo tapa dura, 17 x 24 cm., 152 pag., bicolor.

Un cómic sobre la crisis escrito el año 2011 supone una simpática paradoja. Parece compartir un tema de actualidad, que presentará la realidad que padecemos a las generaciones venideras. Pero en verdad se situa en un momento especialmente dulce, cuando todavía no se había desarrollado totalmente esta desastrosa situación, clamando como extraordinarios los cuatro millones de parados, o la prima de riesgo en 250 puntos algo catastrófico. Uno no sabe si reir o llorar.

Alejandro Torres dio un paso adelante, y propuso una idea que podría parecer oportunista para las mentes malpensantes, o una oportunidad para los resabiados. Tres personajes, tres individuos sin nada más en común que entrar a formar parte de las largas colas de desempleados, pero de diferente manera. Podemos identificarnos con cualquiera de ellos, pues esa pretende ser la idea, y plantar una ilusión optimista sobre el futuro.

Pero a la hora de la verdad, el trabajo final no consigue alegrarnos la tarde. Daniel Riego pone de su parte para limar detalles, evitar un protocolo fuera de margen, y mantener un caudal prudente para desarrollar la historia. Demasiado guión, nos conformamos con una batería de personajes secundarios con el trasfondo justo, y el discurso fotocopiado de manerismos una y mil veces repetidos.

Nada que objetar al dibujo, en el que colabora con las tintas Albert Carreres, que cumple su función retratando paisajes reconocibles de l’Hospitalet, y diseñando unos personajes de libro que, como ya he apuntado, carecen de dimensión o trasfondo. Poco más podemos incorporar a la página para no transigir a la caricatura.

Pronto en tu librería, la secuela probable de este cómic, titulado Corriendo, o mejor Cojeando. Así es como nos encontraremos la mayoría en los días venideros, a no ser que sigamos los pasos de nuestros protagonistas: abandonar la ciudad y esconderse en el pueblo, abandonar el país y esconderse en Laponia, o abandonar tus sueños y esconderte en un trabajo explotado y mal remunerado. Lo dicho, uno no sabe si reir o llorar.


Valoración: 4/10


Imagen