martes, 3 de mayo de 2011

Hellblazer. Pandemonium




GUION: Jamie Delano
DIBUJOS: Jock
EDITORIAL: Planeta
PVP: 13,95 €


Tomo tapa dura 128 pgs color. 17,5 x 26,5 cm. Contiene: "Hellblazer: Pandemonium" USA.

Para cualquier lector incondicional de John Constantine, el mago bastardo en gabardina, el nombre de Jamie Delano se le reconoce como parte fundamental para entender el personaje. No es baladí su intervención en el origen de la colección pilar, Hellblazer, cuando otorgó al bueno de John los rasgos que permitirían identificarlo en los tumultuosos años que estaban por venir. Para cualquier interesado, la reedición de esta editorial de dicho material, ya está disponible en las librerías en su nuevo formato.

Desde el nacimiento del personaje, y posterior tratamiento por parte de Delano, ha transcurrido la escalofriante cifra de veinticinco años; y ese tiempo pasa factura incluso a los mejores, un privilegiado epíteto que me cuesta otorgar a este guionista en particular. Podemos observar los motivos de mis reservas retratados en este ejemplar, en los que se hace cargo nuevamente de Constantine, con un número especial que rescata al autor del olvido empresarial.

Envuelto de manera casual en una trama ajena, conducido por grises conspiradores, John se verá arrastrado a lo más profundo del desierto de Irak, donde se medirá con la encarnación de un viejo conocido infernal. Descenso a los abismos de la perdición, marcándose un farol cuando la ocasión lo merece, con un guiño obsceno a modo de despedida. Todo ello puede parecer rancio tras cinco lustros de reiteración, pero para un amante del género, transitar en compañía del bastardo inglés, y bajar los peldaños empedrados con las almas de los condenados con una sonrisa sarcástica en los labios, merece el sometimiento al saturado barroquismo del escritor.

Jock se desvela como un ilustrador conveniente, que ha sabido comprender las nuevas tendencias en el mercado. Curiosamente, la colección nunca se ha caracterizado por contar con hermosos dibujos, algo que desprestigiaría la intención final de la obra. Por eso mismo parece apropiado para ser pareja de baile, si perdonamos el exceso de miradas al espejo, para simular retratos.

Constantine tiene mucha trayectoria recorrida, por lo que cuesta que le pillen en falso, como fuerza la trama. Eso y un final condicionado por un altruismo ya olvidado, confunden al fiel lector, que de todos modos será el único que comprenda los vericuetos del malnacido inglés en este voluntarioso y confuso relato.


Valoración: 7/10



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