lunes, 23 de mayo de 2011

Crossed





GUION: Garth Ennis
DIBUJOS: Jacen Burrows
EDITORIAL: Glenat
PVP: 19,95 €


Tomo tapa blanda. 256 pgs color. 17 x 26 cm.

Un mundo apocaliptico, es un entorno que hemos disfrutado en infinidad de relatos de ficción. Una semienterrada Estatua de la Libertad, carreras suicidas en busca del oro líquido, o más recientemente, estrategias de supervivencia en caso de que entidades no muertas ansíen el contenido de tu epéndima; todos ellos oscuros panoramas de pesar y horror, siempre fondo idóneo para narrar dramas humanos o fantásticos.

En esta ocasión, no obstante, el guionista irlandés Garth Ennis ha querido dar otra vuelta de tuerca. Según sus propias palabras, ha puesto en juego su cordura en ocasiones, a raiz de esta serie. Y no es para menos, pues ha puesto toda la carne en el asador, o dicho de otro modo, sus menudillos al descubierto, mientras otro energúmeno fornicaba con los restos de sus entrañas.

Todo se va a tomar por saco, pero la consecuencia de esta epidemia es una alteración en el sistema de contención moral de las personas. Marcados con una cruz en el rostro, los que finalmente ceden a la infección dan rienda suelta a cualquier modo de perversión y crueldad que imaginar pueda el ser humano. Ello tiene como resultado grupos de individuos violando, matando, devorando cualquier cosa que se mueva. Atroz, y desconcertante, todo lo que querías ver por fin en un cómic, y nadie se atrevía a editar.

Para este espectáculo visual, este ataque a la retina, debes contar con la colaboración de un dibujante a la altura. Un habitual en la editorial independiente Avatar, Jacen Burrows, es el elegido a quien no le tiembla la pluma, ni aun cuando ilustra una violación en grupo mientras desmiembran a la hija del afectado, entre gritos de angustia de una condenada esposa.

Lo mejor de la colección es, sin duda, traspasar el límite, cruzar esa línea que permite la viñeta, y pocos medios pueden igualar. El título requiere una perversión cómplice entre los autores y el lector, por lo que no podrá disfrutar el mojigato de turno, incapaz de reconocer el extremo más oscuro de su alma. Para los demás, sepan que la idea ha sido adoptada, con desigual éxito, nada menos que por Lapham. Pronto en tu quiosco.

Pero cuando Jim introdujo su pene erecto en la herida que le había infligido con el cuchillo de carnicero, me sentí aún más perdido e inútil que antes.


Valoración: 6/10



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