martes, 10 de mayo de 2011

Los impostores




GUION Y DIBUJOS: Christian Cailleaux
EDITORIAL: Dibbuks
PVP: 18,00 €


Tomo tapa dura. 168 pgs color. 17 x 24 cm.

Albert es un tipo corriente, que por azar es confundido por un famoso escritor, y conducido a una fiesta de alto copete. Le gusta la experiencia, y decide repetir, abandonando su miserable vida a cambio de la promesa de fatuas compensaciones. Haciéndose pasar por alguien que no es, se convertirá en un impostor, cohabitando con una cohorte de falsos e hipócritas pares.

La historia se desarrolla en tres actos, compartiendo esquema con una escena teatral, coincidiendo con ella en más de un aspecto. Paralelamente, se nos muestra la farsa real, acompañando a la auténtica mentira, logrando un interesante efecto narrativo que puede confundir al lector, lo que le obliga a participar de la trama de manera más activa.

Desgraciadamente, no toda la obra se sostiene en el mismo interesante nivel cualitativo, sufriendo inevitables altibajos en su extensión. Aunque goza de un dinámico comienzo, y una prometedora puesta en escena, pronto incomoda una lectura apelmazada, lastrada por el propósito de la moraleja que duerme entre bambalinas. No es hasta llegado el tercer acto, preámbulo de la conclusión, que la obra se anima, y goza de una estupenda representación de todos los actores participantes. Las inevitables similitudes con la película El Golpe no son casuales, o eso quiero yo creer, permitiendo gozar finalmente de la lectura.

Christian Cailleaux ejerce de autor completo, acompañando a su historia con unos dibujos sobrios, otorgando la mayor importancia a los personajes y sus angulosos rostros. Difícil la sincronización de afilados rasgos y expresiones reveladoras, con lo que evita que sus caracteres sobreactuen en la página. Tampoco quiero pasar sin mencionar su habilidad con los claroscuros, sombras y luces, atrezzo obligado en una obra de estas características.

La edición, no obstante, deja mucho que desear. No ya tanto por el formato de publicación, muy adecuado, como la dejadez en la realización técnica, merendando letras en muchas, muchas viñetas, como los catalanes; es que en Cataluña hay teatro del bueno, como bien es sabido.


Valoración: 6,5/10


1 comentario:

  1. Creo que me inspira publicar algo en mi blog, se nota que entiendes lo que estás escribiendo

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