miércoles, 20 de febrero de 2013

Para toda la vida

wrapimgGUION: Jacky Goupil
DIBUJOS: Claudio Stassi
EDITORIAL: Norma
PVP: 17,00 €


Tomo tapa dura, 25x18 cm., 128 pag., B/N.

Cuando uno observa con cierto detenimiento mi lista de lecturas, puede pensar que mis intereses tienden a las gafas de pasta, el placer de leer autores búlgaros sobre personajes chechenos. Ocurre que mi voluntad es llegar un paso más lejos (o más cerca) en busca de buenas historias, sin que deban implicar los consabidos músculos con esteroides en mallas coloridas, o los ninjas sobreexcitados de enormes ojos. En ocasiones acierto con lo que ando buscando, lo que no excluye que, cuando me estrello, caigo con todo el equipo.

Esa es la naturaleza de mis sentimientos con respecto este título. Para no andarme con rodeos, mencionaré que se trata del último adiós de una pareja de ancianos, residentes en un asilo para la tercera edad, que deciden quitarse la vida juntos, en un último acto de amor compartido. Así empieza la historia, y resolveremos con una reciente fiesta donde celebraban sus bodas de oro, mientras evocan pasajes de su pasado.

La falta de ritmo narrativo provocada por este intermitente flashback no es el peor de sus deméritos, pero ayuda. Cuando pienso en el arte del cómic como medio de expresión tan fácil de entender y tan difícil de interpretar, me explico ciertas tendencias poco clarificadoras para algunos autores. Pienso en Arrugas, donde un amor perdurable, nacido en la más tierna inocencia, y que ha superado guerras y penurias, puede explicarse con un recuerdo de infancia, una mirada, y un gesto. Pienso en El arte de volar, donde el suicidio de un anciano en un asilo se explica por toda una vida de avatares. Pienso en When the Wind Blows, retrato de un sencillo amor rural a prueba de grandes catástrofes desesperanzadoras.

Por eso me resulta tan difícil no enfadarme con la pretensión fallida del señor Goupil, empeñado en relacionarme y encariñarme con una pareja de ancianos a través de una trayectoria vital como cualquier otra, intercalado con recuerdos populares franceses que me son indiferentes, y empozoñado con un recurso sentimental tan fácil que produce algunas arcadas, como es la pérdida de un hijo nonato. Sencillamente, no llega a ninguna parte, y desde luego no ayuda el arte de Claudio Stassi, más adecuado para las aventuras insípidas de Dylan Dog, o para un anuncio sobre las cualidades milagrosas de un producto adelgazante.

Una mala elección de la editorial para engrosar su ya imponente colección Nómadas, entiendo que para encajar en otra parcela a tan insigne y popular dibujante italiano, quien ya ha publicado previamente. Y una mala elección para mí, y para cualquiera que pretenda encontrar, aquí o en cualquier otra parte, una buena historia.


Valoración: 3,5/10


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