martes, 14 de mayo de 2013

Hellblazer. La Brigada de la Gabardina








GUION: John Ney Rieber
DIBUJOS: John Ridgway
EDITORIAL: Planeta
PVP: 7,95 €


Tomo 96 pgs color, tamaño 17x26cm. Recopila la miniserie de 4 números The Trenchcoat Brigade.

Hace un montón de años, Gaiman sorprendía a propios y extraños con una serie aquí cuidadosamente editada por Zinco, en la que los magos más prolijos del Universo DC mostraban a un floreciente Hunter las características básicas de la magia. Si no habéis leido esta historia, ya estáis corriendo a buscarla en vuestra librería habitual.

El hecho es que, en un momento determinado, el bueno de Constantine (efectivamente, esta es su mejor historia en el mundo del cómic), comentaba la irónica situación que comprometía a cuatro hombres maduros con gabardina, solos contra el peligro, ellos contra el mundo. El papel del cuarteto, más allá de lazarillos acompañantes, nunca quedó aclarado por completo, y todos teníamos la sensación que volverían a las andadas. Cuando finalmente sucedió, no cumplió las expectativas, pero no nos adelantemos.

Además de Constantine, tocapelotas profesional harto conocido, formaban el equipo Mister E, un ciego psicópata obsesionado con la pureza del alma, Errante, un fantasma que duda entre el bien y el mal, y Occult, conformado por dos entidades de distinto sexo ocupando el mismo espacio.

Ha pasado el tiempo, y una amenaza une al grupo, aunque no se molestan en concretar los motivos. Van dando brincos por el tiempo y el espacio, para acabar enfrentándose a los demonios interiores de sus compañeros de aventuras. Ello sirve para conocer algo más a estos caracteres, y para justificar los euros invertidos, por no ponerse a llorar. Al final, salvan los papeles, claro está, y el mundo puede prepararse para morir otro día.

Debo reconocer que ansiaba la publicación en España de esta historia, editada en USA hace ya más de una década. Su retraso se debía, ahora entiendo, a la poca calidad que emana la trama parida por un Ney Rieber todavía mosqueado por tener atadas las manos en la serie Books of Magic, que debía catapultarlo, y lo sepultó. Un vaivén insostenido, una errante interpretación firmada por un big boss compuesto de carne putrefacta, el cáncer de la humanidad llamado culpa. Muy mal llevado.

Los dibujos son responsabilidad de John Ridgway, un nombre que ya ha demostrado su valía más de una vez, y sabe acercarse a ese realismo expresivo tan propio de otros maestros como Talbot. Cumple con su parte, no cabe duda, pero resulta insuficiente.

Resulta insuficiente para un aficionado entusiasmado, anheloso por internarse en ese universo mágico tan poco explotado por extraño, y tan poco conocido por peligroso. Cuando finalmente se arriesgan a invertir en el recurso, les crecen los enanos, confundiendo a un lector que sabe distinguir una buena historia compleja de una confusa trama tramposa. Que lo sepan.


Valoración: 4/10

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