sábado, 8 de octubre de 2016

Los Muertos Vivientes #8




GUION: Robert Kirkman
DIBUJOS: Charles Adlard
EDITORIAL: Planeta
PVP: 7,50 €


Tomo 136 pgs b/n. Contiene The Walking Dead Vol. 8: Made to Suffer USA

Estamos, sin lugar a dudas, ante una de las mejores colecciones que ha proporcionado el noveno arte, tan menoscabado por algún lumbrera de pacotilla que anda por ahí suelto, sin vacunar. Con los años, para determinar patrones de comportamiento humano, podremos valorar estas páginas y extraer conclusiones. Todo ello, claro está, manteniendo las distancias con respecto a la diferencia entre realidad y ficción, una que siempre supera la otra.

Me he tomado mi tiempo para acometer esta lectura. Concretamente, dos años y dos meses, antes de recopilar suficiente material para no quedar a medias. Desde aquí, mi agradecimiento a la editorial, que mantiene en ascuas a los incondicionales aficionados, proporcionando las dosis justas de material, en plazos de tiempo intolerablemente espaciados. Me he decidido por recomendación expresa de los pammhgeros.

Efectivamente, esta colección había encontrado un punto de equilibrio, una sensación de falsa estabilidad, que se prolongaba en exceso, amenazando con atemperar la excitación del lector, del mismo modo que se anestesiaba la atención de los supervivientes con respecto a los siempre hambrientos zombies. Eso termina, tal y como se estaba cociendo desde hace algún tiempo, en este volumen.

Después de este enfrentamiento, nada volverá a ser lo mismo. Nunca una verdad tan acertada. Me tomaba en serio las advertencias, pero se quedaban cortas. Tremenda la respuesta de los autores, dispuestos a sacudir nuestras conciencias, a abofetear nuestra aburguesada conformidad. Quisiera llamar la atención a dos elementos substanciales para comprender lo que aquí acontece.

El primero, que nada permanece. Aquéllos que parecía estarían para siempre, abandonan. Desaparecen de escena, y puede que nunca vuelvan a nuestras páginas. El mundo es muy grande, y nada te ata a nadie.

El segundo, que nada permanece. Aquéllos que parecía vivirían para siempre, desaparecen de escena... aunque puede que volvamos a verlos, teniendo en cuenta la idiosincrasia de la serie.

Kirkman firma una de sus mejores respuestas a las preguntas de los aficionados, tan próximo el medio centenar de entregas periódicas. Muy distinto el genio que firma esta colección, al payaso que escribe sobre el hombre hormiga o spidey zombie, y al fan guionista de un superhéroe invencible. Sin desmerecer ninguno de sus otros títulos, ésta sin duda vale su peso en oro.

Adlard nunca me convenció, y siempre lamenté el relevo. Pero al menos cumple mal que bien con los plazos de entrega, y eso es lo mínimo que pide en ansioso lector.

No diré nada que no sepáis sobre los muertos vivientes, sobre este cómic, lo que hay escrito, y lo que vendrá. Imprescindible colección, sensacional lectura, tremenda experiencia que supone posar los ojos sobre estas páginas.

Es lo mejor que puedo hacer. Si nos quedamos aquí, moriremos con toda seguridad. Si salimos ahí, y corremos, tal vez vivamos. Esa es la situación. Eso es todo lo que tengo.


Valoración: 8,5/10


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