martes, 11 de marzo de 2014

Hellblazer. Warren Ellis



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GUION: Warren Ellis
DIBUJOS: Higgins, Teran, Bradstreet, Pulido, Romberger, Frusin
EDITORIAL: Planeta
PVP: 15,95 €


Tomo tapa blanda, 240 paginas, color // Contiene Hellblazer Haunted Nº 134-143 +Setting Sun USA

Tras un regreso frugal de Ennis en la colección del mago bastardo, el relevo estaba preparado para que lo tomara otro inglés de bandera. Efectivamente, Warren Ellis estaba predestinado a formar matrimonio con el bueno de Constantine. Parecía que la relación sería fructífera y duradera, pero algo se torció en el camino.

Uno de los episodios dispuestos para la imprenta, tenía como protagonista un perturbado armado en un centro escolar, dispuesto a volar cabezas a compañeros y maestros. Reciente el suceso en Columbine, la editorial decidió meter baza, y de paso, dejar claro que el sello Vertigo es para adultos de 12 años, a los que hay que proteger y custodiar. Desavenencias que desembocaron en el abandono del proyecto por parte del guionista, y una gran pérdida para los aficionados. Curiosamente, circula en la web el ejemplar de marras (aun sin colorear), para que podamos juzgar la conveniencia de la decisión editorial por nosotros mismos. Efectivamente, era desproporcionada.

Lamentamos ahora el devenir de los hechos, que apartaron para siempre al guionista del personaje, pero al menos nos dejó una buena decena de números, ahora recopilados y recuperados para el lector español. El resultado, curiosamente, es la mejor interpretación del personaje que puedo evocar. Puede gustar más o menos, pero es puro Constantine, con sus cimientos y todas sus capas, relieves y contrastes.

Los primeros seis números engloban una miniserie, la única del autor. Al parecer, alguien la ha jodido con una ex de John, y éste piensa devolver los golpes, por aquello de otorgar algo de paz a la chica. Aparecen unos cuantos buenos personajes secundarios, que luego retornarán en futuras historias; agradezco el hecho de conocer, por fin, el origen y el trasfondo de esos hombres y mujeres que rodean al cabroncete rubio, y tendrán relevancia a posteriori. Dibuja Higgins, alguien que no da el peso, y lamento su relación con el guionista y Constantine, pues este triángulo figurará como núcleo de esta etapa, siendo el ilustrador el único que desentona.

Tras la primera mini, brusco cambio de enfoque, hacia algo mucho más agresivo, incluso escatológico, aspectos que no nos abandonarán del todo en lo que resta del álbum. El dibujo se le atribuye a Higgins, pero se le parece como un huevo a una castaña, por lo que aprecio la mano de Teran, ilustrador fantasma.

Bradstreet, portadista habitual, fue seleccionado para substituir el proyecto cancelado, con una buena historia sobre la magia, siempre y cuando creas en ella. Pulido prosigue en la misma línea, rayando lo escabroso, pero aterciopelando la página. Romberger apela a la nostalgia del lector, y Frusin proporciona un ejemplo de idoneidad con la colección, que no sería pasada por alto.

Gracias a un amigo, quien trabaja en el ayuntamiento de mi pueblo, he sabido de un hombre allí empadronado, cuyo nombre responde a John Constantine. De origen sudamericano, tiene unos 40 años, y aunque ignoro si es o no fumador, no puedo dejar de preguntarme si, tal vez, querría hacerme un favor, pues hace tiempo que al cruzar la calle principal, me inunda el olor nauseabundo asociado a la putrefacción, y unos diabólicos ojos carmesíes entornan los párpados de la anciana vecina, quien se mece una vez y otra, sin borrar jamás esa torva sonrisa de su mellada boca, imaginando Dios sabe qué torturas practicar sobre mi cuerpo, y sobre mi alma cuando ésta lo abandone.


Valoración: 7/10


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