martes, 11 de marzo de 2014

El Derrotista


Imagen


GUION: Harvey Pekar
DIBUJOS: Dean Haspiel
EDITORIAL: Planeta
PVP: 10,95 €


Tomo 104 pgs b/n con grises, tapa dura, tamaño 17,5 x 23 cm. Corresponde a la novela gráfica "The Quitter".

Me enfrento, con este ejemplar, a otra prueba autobiográfica en términos comiqueros. No es fácil presentar hechos de esta índole de manera satisfactoria, al menos en lo que a mí respecta. Recientemente, sufrí una pequeña decepción tras Epiléptico de David B. Si una figura tal, con una obra tan reconocida, es incapaz de conmoverme, miedo me da intentarlo con otras apuestas.

Harvey Pekar es guionista de cómics, sí. Pero por lo que a mí respecta, es solamente otra de sus facetas artísticas, y no la más desarrollada. De matón callejero a crítico musical, experto en geografía y jazz, neoyorkino de Cleveland, por muy contradictorio que parezca. American Splendor, al menos su versión cinematográfica, es su mayor logro hasta el momento, que más notoriedad y reconocimiento le ha valido.

El interés que podamos mostrar en su historia es, siendo generosos, escaso. Le sirve haber vivido en la capital del mundo, en algún momento entre los ’50 y los ’60, cuando las cosas se movían, y los alimentos tenían sabor. Sucedían cosas en su entorno, y las expectativas que despiertan son justificadas, pero me siento profundamente defraudado con el resultado.

Una narración en prosa de sus recuerdos, pasando a pies juntillas por aspectos realmente sabrosos, e ignorando los escabrosos e interesantes. Nos quedamos con el ángulo banal e insípido de una vida que no da más de sí, pero justifica el argumento pretendido para una novela gráfica, que ha firmado por la entrega y edición de cinco títulos, y todavía no ha completado el cupo. Eso sí, ha logrado dejarme mal cuerpo con su negativa actitud y su derrotismo con respecto a la vida.

Haspiel ilustra, con profesionalidad y esmero, las páginas de este cómic. Un estilo que sirve para todo, que nos acerca a Eisner y su punto de vista tanto como le es posible sin sacrificar el suyo propio. Tan correcto como poco arriesgado.

La dedicación que he empleado en la lectura no se ha visto, para mi desgracia, compensada con una obra de calidad, o con una historia digna de evocar. No encontrará en mí al aficionado pletórico que satisfaga los requerimientos de su ego. Me ahorro el sello.


Valoración: 4/10


Imagen

No hay comentarios:

Publicar un comentario