miércoles, 6 de noviembre de 2013

Los hechos en el caso de la desaparición de la srta. Finch


Imagen


GUION: Neil Gaiman
DIBUJOS: Michael Zulli
EDITORIAL: Norma
PVP: 12,00 €


Tomo 56 pgs color, tapa dura, tamaño 17x26 cm.

Neil Gaiman es un tipo que no requiere presentación, pero aprovecharemos para cantarle las cuarenta. Años ha, revolucionó el mundo del cómic, y del modo de narrar historias, con su obra cumbre, que le sepultó y lo condenó a una de las peores maldiciones del artista: incapacidad para superarse. Estamos hablando de The Sandman, que todos hemos leido y disfrutado, si tenemos algo más que paja dentro de nuestro evolucionado cráneo.

El tiempo, no obstante, lo ha relegado al ámbito de escritor de culto, mientras todos esperamos que la musa resucite. Mientras tanto, nos mortifica a cambio del alquiler, con creaciones superfluas muy marvelitas y muy bien pagadas, como son 1602 y Eternals.

También, no obstante, se salta los protocolos, y escribe alguna sorpresa congruente, como cierto recogimiento con obras previas (Sandman en Japón, Coraline), u osadas iniciativas bastante perplejas (algo sobre el fin del mundo de nuevo, y cierto misterioso asesinato). Incluyo Srta Finch en este apartado.

Su compinche en labores gráficas es Michael Zulli, quien nos deleitó cuando Sandman conoció al holandés errante (que no era holandés), pero sobretodo en su funeral. Posteriormente, su colaboración ha sido justamente aplaudida, en proyectos conjuntos sobre Alice Cooper o Criaturas de la Noche.

En esta ocasión, apuestan por una obra a medio camino entre la mediocridad y el tedio. Son tres amigos, maduritos y muy británicos, que junto a una chica asisten a un raro raro (pronúnciese como corresponde a un progenitor Iglesias) espectáculo circense bajo el suelo de Londres. Se ven cosas extrañas, pero bastante vergonzosas, como la Marchante moviendo su silueta ante la pasmosa familia real. Pretende ser desconcertante en un entorno angustioso, pero eso solo le sucede al lector, cuando comprende que ha pagado una morterada (edición Norma te voy a sacar los cuartos) por un patoso intento de creación amorfa.

Entiendo que estoy siendo muy estricto, pero deben entender que mi furia está justificada, más que cuando leí aquél bodrio de Spiderman de Conway, aquél que vendieron en edición especial con mandangas. El motivo es que, entonces, no me sablearon tanto, y ya me esperaba una calidad ínfima.

Es más triste robar que pedir. Por ello mismo, le sugiero a Neil que me haga saber su dirección de correo, y me pida dinero para una sopa; mejor eso que sentirme asaltado por el tendero.


Valoración: 3/10


No hay comentarios:

Publicar un comentario