GUION: Rob Williams
DIBUJOS: Trevor Hairsine, Travel Foreman
EDITORIAL: Planeta
PVP: 13,95 €
Tomo 160 pgs color, tapa dura, tamaño 17x26 cm. Recopila Classwar #1-6. Incluye un artículo (2 pgs) de Koldo Azpizarte sobre la obra y un breve perfil de los autores.
Entusiasta como soy de los aspectos alternativos que ofrecen los superhéroes, cualquier aportación extraordinaria es recibida de buen agrado, aunque se limite a reiterar elementos ya manidos de ese subgénero. Por ese motivo me atreví de buenas a primeras con este Classwar.
Puedo limitarme a enunciar títulos en los que tipos con poderes y mallas pierden el Norte, algo se retuerce en su corteza límbica, y desatan el caos y la locura: The Boys, Miracleman, Marshal Law, Powers, Supreme Power, Irredeemable, son solamente algunos ejemplos, y todos me entusiasman. Encontraré lo mismo aquí?
Rob Williams plantea el argumento de siempre: el superhéroe de turno descubre que toda su vida y logros giran en torno a una mentira, una torpe manipulación por parte de los grandes emporios financieros. Ahora se gira y planta cara, molesto y destructivo, dispuesto a despertar la conciencia de la humanidad. Merluzo infeliz.
Manido y previsible, sin orientación crítica más allá de discurso sempiterno al que todos estamos acostumbrados. Y luego se cruzará con otros superseres que le buscarán las cosquillas, todavía aliados con la parcela más gubernamental de la ideología imperante. Todo remozado con la manipulación de los medios, y la creación artificiosa de otro super con un potencial que se les va de las manos, evocando Akira.
El producto resultante, pese a todo lo mencionado, mantiene un buen pulso narrativo, y un ritmo digno de su género. Los dibujantes no ayudan a esta sana evolución. Hairsine primero, impregna el sabor británico a la página. Foreman después, tras el abandono del titular, supone una mejora, pero no puedes pretender asaltar el difícil mercado americano, al que está destinado este ejemplar, sin un trabajo a los lápices mejor que la media habitual en sus estanterías.
Producto innecesario y bastante banal, habida cuenta la trama que aborda; pero resulta que combate el aburrimiento, lo que no está nada mal. Incluso me asalta un insano interés por el futuro de los protagonistas, insinuado pero interrumpido por la finalización de la serie limitada. Continúa en cualquier otro título de factura similar.
Valoración: 4/10
DIBUJOS: Trevor Hairsine, Travel Foreman
EDITORIAL: Planeta
PVP: 13,95 €
Tomo 160 pgs color, tapa dura, tamaño 17x26 cm. Recopila Classwar #1-6. Incluye un artículo (2 pgs) de Koldo Azpizarte sobre la obra y un breve perfil de los autores.
Entusiasta como soy de los aspectos alternativos que ofrecen los superhéroes, cualquier aportación extraordinaria es recibida de buen agrado, aunque se limite a reiterar elementos ya manidos de ese subgénero. Por ese motivo me atreví de buenas a primeras con este Classwar.
Puedo limitarme a enunciar títulos en los que tipos con poderes y mallas pierden el Norte, algo se retuerce en su corteza límbica, y desatan el caos y la locura: The Boys, Miracleman, Marshal Law, Powers, Supreme Power, Irredeemable, son solamente algunos ejemplos, y todos me entusiasman. Encontraré lo mismo aquí?
Rob Williams plantea el argumento de siempre: el superhéroe de turno descubre que toda su vida y logros giran en torno a una mentira, una torpe manipulación por parte de los grandes emporios financieros. Ahora se gira y planta cara, molesto y destructivo, dispuesto a despertar la conciencia de la humanidad. Merluzo infeliz.
Manido y previsible, sin orientación crítica más allá de discurso sempiterno al que todos estamos acostumbrados. Y luego se cruzará con otros superseres que le buscarán las cosquillas, todavía aliados con la parcela más gubernamental de la ideología imperante. Todo remozado con la manipulación de los medios, y la creación artificiosa de otro super con un potencial que se les va de las manos, evocando Akira.
El producto resultante, pese a todo lo mencionado, mantiene un buen pulso narrativo, y un ritmo digno de su género. Los dibujantes no ayudan a esta sana evolución. Hairsine primero, impregna el sabor británico a la página. Foreman después, tras el abandono del titular, supone una mejora, pero no puedes pretender asaltar el difícil mercado americano, al que está destinado este ejemplar, sin un trabajo a los lápices mejor que la media habitual en sus estanterías.
Producto innecesario y bastante banal, habida cuenta la trama que aborda; pero resulta que combate el aburrimiento, lo que no está nada mal. Incluso me asalta un insano interés por el futuro de los protagonistas, insinuado pero interrumpido por la finalización de la serie limitada. Continúa en cualquier otro título de factura similar.
Valoración: 4/10
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