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lunes, 29 de abril de 2013

RIP Rest In Peace

wrapimgGUION Y DIBUJOS: Felipe Almendros
EDITORIAL: Random House Mondadori
PVP: 18,00 €


Libro tapa blanda con solapas, 18x26 cm., 192 pag., color.

Un consejo gratis de parte de un lector económocamente agobiado: no visiten las bibliotecas. Yo puedo decir que, en esencia, vivo en ellas, y no es un desahogo monetario ni mucho menos. Descubres casi por azar nuevos estilos, vanguardistas propuestas, varios pasos más allá del manido héroe en mallas. Y es entonces cuando adviertes la necesidad de adquirir el producto, y que forme parte de tu creciente colección personal.

Así llegó RIP Rest In Peace a mis manos, ni más ni menos. Una obra muy muy personal de un tal Felipe Almendros, aunque en la portada el trabajo se le atribuye al señor Alfonso Almendros, una particularidad inherente a la trama que no me apetece desvelar ahora mismo. Una primera impresión, tras ojear el ejemplar, puede confundirnos, o revelarnos la auténtica naturaleza del cómic: ambas sensaciones son naturales y coherentes, cohabitantes la una con la otra, con lo que de momento no conviene entrar en pánico.

Esa primera revelación tiene su origen en el estilo artístico, si puede llamarse así. Mi sobrino pequeño dibuja mejor, podría decirse. Incluso yo lo haría mejor (bueno, yo no). Eso demuestra que no es necesario conocer los vericuetos del arte para expresar el genio que duerme en el fondo del alma (palabras robadas de un auténtico poeta).

El argumento no es complejo, tampoco. A modo autobiográfico, escarbando en la profunda psique enferma del autor, nos explica su agorafobia producto de algún feo trauma infantil, que no se obcequen, terminaremos por comprender. Ahora, no obstante, debe abandonar la seguridad de las paredes que lo encubren, y para salvar la vida de su querida hermana, está obligado a matar sus miedos e inseguridades, cual heróica epopeya clásica.

Ese viaje trascendental al interior de sí mismo, su interpretación en papel, y compartir tales fantasmas con el lector, nos convierte en el voyeur perfecto, confidente sorpresa y espíritu omnipresente, parte de la medicina que acabará por beneficiar tanto a la historia como al propio narrador.

Acepto que no es lectura para cualquier paladar, pero tampoco tolero que el miedo o superstición de lector novel impida disfrutar de esta pequeña obra maestra. Para cualquiera que sepa ver en otras dimensiones, más allá de los límites de la viñeta, y cual Cutlass arremeta aventuras sin par en un mundo de monigotes, recomiendo este agradecido tebeo. Y no lo hago a menudo.


Valoración: 9/10


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