jueves, 12 de abril de 2012

Billy Bat #1-3

wrapimgGUION: Naoki Urasawa, Takashi Nagasaki
DIBUJOS: Naoki Serizawa
EDITORIAL: Planeta
PVP: 8,95 € c/u


Tomos tapa blanda con sobrecubiertas, 13x18 cm., 200 pag., B/N. Sentido de lectura japonés.

Hemos cambiado de siglo, de década, y de perspectivas, pero eso es algo que todavía no entienden algunos autores. La primera década de este milenio estaba llena de promesas, posibilidades de un mundo nuevo que nos recibía con los brazos abiertos. Nosotros, con nuestra hambre voraz de nuevas y arriesgadas propuestas, encumbramos una serie televisiva como Lost, y disfrutamos de una colección manga como 20th Century Boys.

Pero las cosas ya no son iguales. Se acerca el día en que todos nosotros debemos pasar cuentas, el momento que cerramos capítulo y decimos adiós, gracias. Las perspectivas de futuro son todo menos halagüeñas, y observamos un cúmulo de oscuras nubes amenazando el horizonte. En este panorama, ya no toleramos las tonterías de series televisivas como Alcatraz, ni nos gustan las pretensiones de una colección manga como Billy Bat.

Esa es, al menos, la valoración inicial tras aproximarme al manga, al menos en su primera entrega. Sabiamente decidí apostar por los tres primeros volúmenes antes de encarar esta reseña, más de 600 páginas de un tirón, y admito mi cambio de parecer. Todo lo anteriormente expuesto sigue teniendo validez, pero no contaba con el talento natrrativo y la maestría comunicativa del genio que es Naoki Urasawa, aunque en esta ocasión cuenta con la ayuda de un tal Nagasaki en la escritura, y de Serizawa en el dibujo (que sigue apostando por un estilo claro y sin tramas).

Tras la Segunda Guerra Mundial, un autor de cómics en los USA triunfa con un personaje antropomórfico inspirado en un murciélago. Ante la posibilidad que se trate de un inadvertido plagio, viaja a Japón, de donde son originarios sus padres, para esclarecer el auténtico origen del controvertido icono. Nada puede preparanos para el viaje en tiempo y espacio que emprendemos entonces, llevándonos a la lejana Luna o al nostálgico medievo nipón. La identidad y propósito que se esconde tras el condenado murciélago parlanchín servirán de conducto dramático para toda la obra.


Valoración: 7/10


Imagen

No hay comentarios:

Publicar un comentario