El Alcohólico

GUION: Jonathan Ames
DIBUJOS: Dean Haspiel
EDITORIAL: Planeta
PVP: 13,95 €


Tomo tapa dura. 144 pgs color. 18 x 25 cm. Recopila: "The Alcoholic" USA.

Siempre he tenido la certeza de que el sello Vertigo nació para algo más que permitir a un predicador soltar tacos a diestro y siniestro, o para advertir a adolescentes advenedizos que no encontrarían allí los habituales desequilibrados en mallas dando brincos por las azoteas. Entiendo ese recoveco de la DC como un lugar donde el autor puede explayarse a conciencia, sin la necesidad de tener un ojo puesto, de manera constante, en el libro de buenas maneras de la editorial.

Lo menciono porque, echando un vistazo a las novedades de dicha línea, advierto una mayoría de títulos inocuos, destinados a un universo apartado del habitual superheróico, pero aún lejos de los requerimientos y las exigencias de un autor avezado, que busca en los cómics otro medio para narrar sus propias historias.

Afortunadamente, se dan las excepciones, y El alcohólico es una de ellas, más fácil de ubicar en el mercado de cómic de autor, independiente, que en el marco de una de las grandes del mainstream.

Nunca he sido muy amigo de las autobiografías, que considero vagas insinuaciones de hechos auténticamente interesantes, que tal vez sí merecerían ser contados. Lo bueno de esta obra es precisamente que no se trata ciertamente de una autobiografía. Jonathan Ames, reconocido novelista norteamericano, extrae de su experiencia personal los elementos requeridos para llevar a buen puerto una serie de avatares que bien podríamos considerar propios. Eso es lo que hacen , precisamente, los autores: extraen del poso de sus vivencias todos aquellos mecanismos que pueden servir a la historia.

De ese modo, en el cómic se habla de consumo de drogas, alcoholismo, homosexualidad, rechazo amoroso, poca autoestima, rechazo amoroso... otra vez. Y se hace sin tapujos, mostrando la viñeta requerida en cada proceso, con cada uno de los pensamientos expresados por un protagonista demasiado real para caber en las dos dimensiones de una página.

Dean Haspiel es el auténtico instigador de la obra, prestando en primer lugar unos ejemplares de Y The Last Man al desaforado novelista. Eso fue suficiente para decidirse a formar tándem, e inundar las estanterías neoyorkinas con el producto resultante. No me convenció el resultado en El derrotista, pero poca culpa puede atribuírsele a un ilustrador empeñado a mostrar la realidad mediante un trazo casi humorístico, que fácilmente su objetivo de compenetrarse con el lector.

Aplauso incondicional al resultado, al que cabe añadir la labor editorial en España, con un precio más que ajustado, teniendo en cuenta las maniobras con que nos tiene acostumbrado una desconocida Planeta.


Valoración: 8/10