GUION Y DIBUJOS: Dash Shaw
EDITORIAL: Apa-Apa Còmics
PVP: 27,00 €
Tomo 720 páginas, monocrómo. Tapa blanda. Tamañ 15,5x21,5 cm.
Dez vez en cuando, uno se pregunta por qué narices lee tebeos. Bien podría dedicar el tiempo libre (cada vez más escaso) a haraganear, aprender un idioma, o qué demonios, preparar unas oposiciones. Inluso, por qué no, socializar un poco, conocer gente, disputar una liga deportiva o limpiar el fondo del armario. Por qué diantres uno prefiere sentarse cómodamente en su butaca preferida, desconectar del universo, y sumergirse en la lectura de unas páginas ilustradas?
Eso es así porque, a través de un medio tan artesanal como primigenio, el autor conecta directamente con el receptor del mensaje, se viste con su piel, y mira a través de otros ojos el producto de un sueño hecho realidad. Durante unas páginas, se nos permite mirar dentro del cráneo de un artista.
Ocurre al menos en algunas ocasiones, esporádicas, pero que justifican el tiempo y el dinero invertido en esta afición. Si piensas como Alan Moore, entenderás no se prodigan obras de esta catadura. Y por eso mismo es tan importante saber localizarlas, atraparlas, y dedicarles la debida atención. Porque ejemplos como éste deben ser compartidos con el mundo.
Nada del otro mundo, sin embargo. No se descubre la panacea, ni se inventa la linterna solar. Se trata de una historia familiar, convenientemente presentada, con los elementos más habituales de las manidas y aburridas “slice of life”, o traducido libremente, “pedazo de vida”. Darle una oportunidad significa abrir la puerta a otra manera de entender el cómic como medio de comunicación, de interrelación personal, de aceptación sensorial.
Paul y Maggie son un anciano matrimonio que decide divorciarse. A modo de despedida, invitan a sus hijos y nietos a pasar unos días con ellos, en su casa, junto a una tranquila playa. En el periodo de tiempo que pasen todos juntos, se nos mostrarán los aspectos más abiertos y recónditos de todos los miembros de la familia.
En la interacción personal de los miembros de la familia encontraremos el néctar de la trama. Dennis es el hermano mayor, quien conforma el único núcleo familiar estable con su afable esposa y su mocoso hijo. Claire, la hermana mediana, viene con su hija adolescente, fruto de una relación ya finiquitada. Finalmente, Peter es el más joven, el bicho raro del ecosistema en el que conviven los seres humanos, un perdedor con todas las letras.
A medida que transcurre la lectura, Dash Shaw nos introduce en numerosos condicionantes y enigmas, que no serán necesariamente resueltos tras su conclusión. Durante las horas que el libro nos hará compañía en el sofá, conoceremos los vericuetos de la ordinaria pero increible relación que une a los distintos protagonistas, que poseen poco más en común que pertenecer al mismo estamento familiar.
Es en cuanto a las posibilidades técnicas desplegadas donde más me he impresionado. Salpicado, sombreado, y tramado. Línea recta y perspectiva condicionada. Todo ello herramientas básicas de orfebrería, con las que un artista se basta y sobra para investigar e innovar en un medio tan amado y tan prometedor como es el cómic.
Hay muchos tipos de libros. Clasificaremos éste en la categoría de cómics. Hay muchos tipos de géneros, y éste es: comedia familiar/drama/terror/misterio/romántico. NO apto para niños. Para más material sobre el autor, puedes visitar su página web personal en http://www.dashshaw.com. Por cierto, no os llevéis a engaño, pues la obra ha sido pulcramente editada (por una desconocida y arriesgada en el mundillo) con dos portadas diferentes: con la imagen de cada uno de los abuelos. Yo me he limitado a incluir la mía, ya puestos.
Valoración: 8,5/10
EDITORIAL: Apa-Apa Còmics
PVP: 27,00 €
Tomo 720 páginas, monocrómo. Tapa blanda. Tamañ 15,5x21,5 cm.
Dez vez en cuando, uno se pregunta por qué narices lee tebeos. Bien podría dedicar el tiempo libre (cada vez más escaso) a haraganear, aprender un idioma, o qué demonios, preparar unas oposiciones. Inluso, por qué no, socializar un poco, conocer gente, disputar una liga deportiva o limpiar el fondo del armario. Por qué diantres uno prefiere sentarse cómodamente en su butaca preferida, desconectar del universo, y sumergirse en la lectura de unas páginas ilustradas?
Eso es así porque, a través de un medio tan artesanal como primigenio, el autor conecta directamente con el receptor del mensaje, se viste con su piel, y mira a través de otros ojos el producto de un sueño hecho realidad. Durante unas páginas, se nos permite mirar dentro del cráneo de un artista.
Ocurre al menos en algunas ocasiones, esporádicas, pero que justifican el tiempo y el dinero invertido en esta afición. Si piensas como Alan Moore, entenderás no se prodigan obras de esta catadura. Y por eso mismo es tan importante saber localizarlas, atraparlas, y dedicarles la debida atención. Porque ejemplos como éste deben ser compartidos con el mundo.
Nada del otro mundo, sin embargo. No se descubre la panacea, ni se inventa la linterna solar. Se trata de una historia familiar, convenientemente presentada, con los elementos más habituales de las manidas y aburridas “slice of life”, o traducido libremente, “pedazo de vida”. Darle una oportunidad significa abrir la puerta a otra manera de entender el cómic como medio de comunicación, de interrelación personal, de aceptación sensorial.
Paul y Maggie son un anciano matrimonio que decide divorciarse. A modo de despedida, invitan a sus hijos y nietos a pasar unos días con ellos, en su casa, junto a una tranquila playa. En el periodo de tiempo que pasen todos juntos, se nos mostrarán los aspectos más abiertos y recónditos de todos los miembros de la familia.
En la interacción personal de los miembros de la familia encontraremos el néctar de la trama. Dennis es el hermano mayor, quien conforma el único núcleo familiar estable con su afable esposa y su mocoso hijo. Claire, la hermana mediana, viene con su hija adolescente, fruto de una relación ya finiquitada. Finalmente, Peter es el más joven, el bicho raro del ecosistema en el que conviven los seres humanos, un perdedor con todas las letras.
A medida que transcurre la lectura, Dash Shaw nos introduce en numerosos condicionantes y enigmas, que no serán necesariamente resueltos tras su conclusión. Durante las horas que el libro nos hará compañía en el sofá, conoceremos los vericuetos de la ordinaria pero increible relación que une a los distintos protagonistas, que poseen poco más en común que pertenecer al mismo estamento familiar.
Es en cuanto a las posibilidades técnicas desplegadas donde más me he impresionado. Salpicado, sombreado, y tramado. Línea recta y perspectiva condicionada. Todo ello herramientas básicas de orfebrería, con las que un artista se basta y sobra para investigar e innovar en un medio tan amado y tan prometedor como es el cómic.
Hay muchos tipos de libros. Clasificaremos éste en la categoría de cómics. Hay muchos tipos de géneros, y éste es: comedia familiar/drama/terror/misterio/romántico. NO apto para niños. Para más material sobre el autor, puedes visitar su página web personal en http://www.dashshaw.com. Por cierto, no os llevéis a engaño, pues la obra ha sido pulcramente editada (por una desconocida y arriesgada en el mundillo) con dos portadas diferentes: con la imagen de cada uno de los abuelos. Yo me he limitado a incluir la mía, ya puestos.
Valoración: 8,5/10
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