GUION Y DIBUJOS: Patrick McDonnell
EDITORIAL: Panini
PVP: 25,00 €
Album apaisado tapa dura (30 x 22 cm.), 208 páginas, B/N. Contiene una selección de las tiras diarias y dominicales publicadas en prensa USA el 2008.
El submundo de las tiras de prensa cómicas suponen todo un universo propio. Día a día aparecen sin falta en el espacio concedido del periódico, dispuestas a hacernos reir, soñar, y reflexionar. Poco a poco me he ido haciendo una idea del panorama actual en el que se desarrollan a nivel internacional, y he sacado un par de conclusiones válidas.
Además de los incombustibles personajes Snoopy y Mafalda, que protagonizan su particular visión compartida de los problemas pequeños o globales, se han colado el niño Calvin y su mascota de peluche Hobbes, clásico moderno imprescindible para la comprensión del subgénero. Otros títulos galardonados es Zits, pionero de las desventuras de un típico adolescente en los USA, y Macanudo, fuente de sapiencia nacida en Argentina. Finalmente, contamos con las mascotas de Patrick McDonnell: Mutts.
Un perro y un gato lo tienen fácil para representar distintos puntos de vista, y si además son cachorros, se ganan las simpatías del lector. Responden a los nombres de Earl y Mooch, y junto a una curiosa galería de personajes secundarios, bestias en su mayoría, dan vida a esta tira.
Como obra de humor resulta prácticamente perfecta, con un dibujo de fácil trazo y caracteres identificables con el viandante cotidiano; además, permiten un número inigualable de posibilidades expresivas, creando así una obra fresca, renovando un género a partir de elementos conocidos.
Esta colección ha disfrutado de distintas ediciones en nuestro país. Se dieron a conocer en formato comic book de la mano de forum, con material publicado originalmente allá en los ’90. Fue entonces cuando destilaba inocencia e ingenuidad a raudales, provocando la hilaridad gracias a un estilo que lo haría identificable. Recientemente, otra editorial probó suerte con otra colección, que parece no llegó a muy buen término.
Ahora, finalmente, cuenta con un proyecto serio, robusto, y en mi opinión algo descolocado. Concretamente, el material recogido en este volumen fue publicado íntegramente en 2008, recuperado y ordenado expresamente por su autor. Lo primero que llama la atención es que el paso de los años (yo cuento 14) ha hecho mella en el grafismo de la tira, antes más gamberra y desenvuelta. Pesa la falta de frescura en sus ideas y el modo en que se desarrollan, provocando en ocasiones cierto hastío, pecado imperdonable en el género.
Pero lo que no me entra en la cabeza es el formato álbum de lujo apaisado, al ridículo precio de 25 euros que pocos pueden ya permitirse. La distribución de las tiras se demuestra forzada, encajando en un envoltorio que le baila por las cuatro esquinas. Si lo comparo con otras propuestas disponibles en el mercado, queda además claramente en desventaja.
Si tenemos en cuenta tanto una como la otra causa de mi disgusto, se explica que abandone con aire triste un título pensado para provocar risas. Los años no pasan en balde, y los cachorros no lo son por demasiado tiempo; no se trata de abandonarlos a su suerte, pero no dejaré que se cuelen en mi habitación esos pulgosos.
Valoración: 4/10
EDITORIAL: Panini
PVP: 25,00 €
Album apaisado tapa dura (30 x 22 cm.), 208 páginas, B/N. Contiene una selección de las tiras diarias y dominicales publicadas en prensa USA el 2008.
El submundo de las tiras de prensa cómicas suponen todo un universo propio. Día a día aparecen sin falta en el espacio concedido del periódico, dispuestas a hacernos reir, soñar, y reflexionar. Poco a poco me he ido haciendo una idea del panorama actual en el que se desarrollan a nivel internacional, y he sacado un par de conclusiones válidas.
Además de los incombustibles personajes Snoopy y Mafalda, que protagonizan su particular visión compartida de los problemas pequeños o globales, se han colado el niño Calvin y su mascota de peluche Hobbes, clásico moderno imprescindible para la comprensión del subgénero. Otros títulos galardonados es Zits, pionero de las desventuras de un típico adolescente en los USA, y Macanudo, fuente de sapiencia nacida en Argentina. Finalmente, contamos con las mascotas de Patrick McDonnell: Mutts.
Un perro y un gato lo tienen fácil para representar distintos puntos de vista, y si además son cachorros, se ganan las simpatías del lector. Responden a los nombres de Earl y Mooch, y junto a una curiosa galería de personajes secundarios, bestias en su mayoría, dan vida a esta tira.
Como obra de humor resulta prácticamente perfecta, con un dibujo de fácil trazo y caracteres identificables con el viandante cotidiano; además, permiten un número inigualable de posibilidades expresivas, creando así una obra fresca, renovando un género a partir de elementos conocidos.
Esta colección ha disfrutado de distintas ediciones en nuestro país. Se dieron a conocer en formato comic book de la mano de forum, con material publicado originalmente allá en los ’90. Fue entonces cuando destilaba inocencia e ingenuidad a raudales, provocando la hilaridad gracias a un estilo que lo haría identificable. Recientemente, otra editorial probó suerte con otra colección, que parece no llegó a muy buen término.
Ahora, finalmente, cuenta con un proyecto serio, robusto, y en mi opinión algo descolocado. Concretamente, el material recogido en este volumen fue publicado íntegramente en 2008, recuperado y ordenado expresamente por su autor. Lo primero que llama la atención es que el paso de los años (yo cuento 14) ha hecho mella en el grafismo de la tira, antes más gamberra y desenvuelta. Pesa la falta de frescura en sus ideas y el modo en que se desarrollan, provocando en ocasiones cierto hastío, pecado imperdonable en el género.
Pero lo que no me entra en la cabeza es el formato álbum de lujo apaisado, al ridículo precio de 25 euros que pocos pueden ya permitirse. La distribución de las tiras se demuestra forzada, encajando en un envoltorio que le baila por las cuatro esquinas. Si lo comparo con otras propuestas disponibles en el mercado, queda además claramente en desventaja.
Si tenemos en cuenta tanto una como la otra causa de mi disgusto, se explica que abandone con aire triste un título pensado para provocar risas. Los años no pasan en balde, y los cachorros no lo son por demasiado tiempo; no se trata de abandonarlos a su suerte, pero no dejaré que se cuelen en mi habitación esos pulgosos.
Valoración: 4/10
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