GUION: Garth Ennis
DIBUJOS: Darick Robertson, Carlos Ezquerra, John McCrea
EDITORIAL: Norma
PVP: 16,00 €
Tomo tapa blanda, 192 pgs., color, tamaño 17x26 cm. Recopila: "The Boys #31-38" USA.
Nueva entrega de este particular punto de vista del mundo superheroico, con tipos en mallas pervertidos que van dando tumbos por las calles como si les pertenecieran, dando buena cuenta de todo lo que desean simplemente alargando la mano sin dar explicaciones de ningún tipo. Con este ejemplar ya van como 38 entregas USA (especiales aparte), y eso significa, si no me equivoco, que ya han superado el ecuador previsto para la colección, buen momento para hacer inventario.
El álbum se divide en dos arcos perfectamente definidos. En el primero, nuestros muchachos se las ven con un grupo denominado “Revancha” (cualquier parecido con otro referente vengador es pretendido). Como siempre, es divertido asistir a una sesión terapéutica con supers, consistente en machacarles los higadillos de manera imaginativa. Risas garantes. Ocurre que Carlos Ezquerra y John McCrea no son los dibujantes que esperas encontrar en estas páginas, y la decepción es consecuente. Su buena relación con el guionista explica esta colaboración forzada por los plazos de entrega, y aunque su labor es correcta, dista mucho de la labor que logra su artista titular.
Me refiero, obviamente, a Darick Robertson, quien sí se encarga íntegramente de rellenar el segundo arco, con las diferencias obvias que ello comporta. No es el de las mejores ocasiones, pero no puede perder ocasión de dejar su sello de calidad en ocasiones puntuales y determinantes. El objetivo es explicar el origen de algunos componentes del grupo The Boys, para que sepamos dónde pisa la trama, y con qué argumentos cuenta para acometer la fase definitiva de la colección.
Garth Ennis, no obstante, conserva la mayoría de los ases en la manga, y solamente los destapará llegado el momento, en una serie a la que tiene tomada la medida exacta. Eso significa que ha aprendido de errores previos, y mantendrá atada a la criatura mientras siga acatando sus directrices, lo que son cinco años de publicación regular. Y yo estaré allí para verlo.
Valoración: 6/10
DIBUJOS: Darick Robertson, Carlos Ezquerra, John McCrea
EDITORIAL: Norma
PVP: 16,00 €
Tomo tapa blanda, 192 pgs., color, tamaño 17x26 cm. Recopila: "The Boys #31-38" USA.
Nueva entrega de este particular punto de vista del mundo superheroico, con tipos en mallas pervertidos que van dando tumbos por las calles como si les pertenecieran, dando buena cuenta de todo lo que desean simplemente alargando la mano sin dar explicaciones de ningún tipo. Con este ejemplar ya van como 38 entregas USA (especiales aparte), y eso significa, si no me equivoco, que ya han superado el ecuador previsto para la colección, buen momento para hacer inventario.
El álbum se divide en dos arcos perfectamente definidos. En el primero, nuestros muchachos se las ven con un grupo denominado “Revancha” (cualquier parecido con otro referente vengador es pretendido). Como siempre, es divertido asistir a una sesión terapéutica con supers, consistente en machacarles los higadillos de manera imaginativa. Risas garantes. Ocurre que Carlos Ezquerra y John McCrea no son los dibujantes que esperas encontrar en estas páginas, y la decepción es consecuente. Su buena relación con el guionista explica esta colaboración forzada por los plazos de entrega, y aunque su labor es correcta, dista mucho de la labor que logra su artista titular.
Me refiero, obviamente, a Darick Robertson, quien sí se encarga íntegramente de rellenar el segundo arco, con las diferencias obvias que ello comporta. No es el de las mejores ocasiones, pero no puede perder ocasión de dejar su sello de calidad en ocasiones puntuales y determinantes. El objetivo es explicar el origen de algunos componentes del grupo The Boys, para que sepamos dónde pisa la trama, y con qué argumentos cuenta para acometer la fase definitiva de la colección.
Garth Ennis, no obstante, conserva la mayoría de los ases en la manga, y solamente los destapará llegado el momento, en una serie a la que tiene tomada la medida exacta. Eso significa que ha aprendido de errores previos, y mantendrá atada a la criatura mientras siga acatando sus directrices, lo que son cinco años de publicación regular. Y yo estaré allí para verlo.
Valoración: 6/10
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