GUION: Brian Wood
DIBUJOS: Becky Cloonan
EDITORIAL: Planeta
PVP: 18,95 €
Tomo tapa blanda. 325 pgs b/n. 17 x 25,5 cm. Contiene: Contiene: Demo 1 al 12 USA (2003-05).
El señor Brian Wood parece que le ha cogido el secreto a escribir propuestas aceptables, al menos para el lector habitual del sello adulto de la DC. Aunque no es plato para mi mesa, DMZ figura entre esos títulos de éxito, entendiéndose como tal cuando supera los tres años de publicación. La salvaje y visceral Northlanders apunta iguales maneras, destacando al autor en una difícil trinchera editorial.
Cuando supe de la publicación en nuestro país de la recopilación de la primera temporada de Demo, di saltos de alegría. Conocía en detalle algunas de las primeras entregas de la colección, y estaba convencido de que sabría conectar tanto con el lector habitual, como el más ocasional. En buena medida ha cumplido mis expectativas, pero por desgracia, se ha quedado corto en mis ilusiones.
Los protagonistas de estas breves interpretaciones son siempre jóvenes, más o menos integrados en la adolescencia, pero nunca pertenecientes a la plena madurez. Son principales intérpretes no solamente de la historia, también de sus propias vidas. Ello no es tan obvio como pudiera parecer, y centrar los hechos en sus propias personas otorga una perspectiva única sobre la importancia de los acontecimientos que rigen sus pasos.
Me atraparon enseguida las primeras tramas, centradas en chavales con cierta particularidad especial, algún poder sobrenatural y sobrehumano. Superfuerza? Inmortalidad? Cómo afectaría realmente a las vidas de sujetos aparentemente normales el conocimiento y el uso de estas capacidades? Una nueva y original propuesta que ya se había abordado con acierto en otras series comiqueras; pero resulta que nunca me canso de las buenas ideas, si son bien llevadas.
Desafortunadamente, la serie sufre una desviación argumental en su segunda mitad, hasta el punto de abandonar descaradamente la premisa inicial. Con ello se pierde cierta credibilidad en el producto, e incluso padece una seria pérdida de crédito. Ignoro la motivación que llevó a esta decisión, pero es sumamente desacertada.
Becky Cloonan es responsable del apartado gráfico, y suya es buena parte de la culpa del éxito obtenido. Un dibujo muy juvenil, desenfadado en el trazo y en el contenido. No es casual la referencia permanente al estilo nipón, que se identifica con facilidad en un universo dirigido al lector más joven.
Interesante y agradecida propuesta, mas no imprescindible, como hubiera apostado cuando todavía devoraba las primeras páginas del cómic. Pero si te preguntas qué haré cuando publiquen por aquí el segundo volumen, puedes apostar tu brazo derecho a que me haré con él. Voy haciendo sitio en la estantería.
Valoración: 7/10
DIBUJOS: Becky Cloonan
EDITORIAL: Planeta
PVP: 18,95 €
Tomo tapa blanda. 325 pgs b/n. 17 x 25,5 cm. Contiene: Contiene: Demo 1 al 12 USA (2003-05).
El señor Brian Wood parece que le ha cogido el secreto a escribir propuestas aceptables, al menos para el lector habitual del sello adulto de la DC. Aunque no es plato para mi mesa, DMZ figura entre esos títulos de éxito, entendiéndose como tal cuando supera los tres años de publicación. La salvaje y visceral Northlanders apunta iguales maneras, destacando al autor en una difícil trinchera editorial.
Cuando supe de la publicación en nuestro país de la recopilación de la primera temporada de Demo, di saltos de alegría. Conocía en detalle algunas de las primeras entregas de la colección, y estaba convencido de que sabría conectar tanto con el lector habitual, como el más ocasional. En buena medida ha cumplido mis expectativas, pero por desgracia, se ha quedado corto en mis ilusiones.
Los protagonistas de estas breves interpretaciones son siempre jóvenes, más o menos integrados en la adolescencia, pero nunca pertenecientes a la plena madurez. Son principales intérpretes no solamente de la historia, también de sus propias vidas. Ello no es tan obvio como pudiera parecer, y centrar los hechos en sus propias personas otorga una perspectiva única sobre la importancia de los acontecimientos que rigen sus pasos.
Me atraparon enseguida las primeras tramas, centradas en chavales con cierta particularidad especial, algún poder sobrenatural y sobrehumano. Superfuerza? Inmortalidad? Cómo afectaría realmente a las vidas de sujetos aparentemente normales el conocimiento y el uso de estas capacidades? Una nueva y original propuesta que ya se había abordado con acierto en otras series comiqueras; pero resulta que nunca me canso de las buenas ideas, si son bien llevadas.
Desafortunadamente, la serie sufre una desviación argumental en su segunda mitad, hasta el punto de abandonar descaradamente la premisa inicial. Con ello se pierde cierta credibilidad en el producto, e incluso padece una seria pérdida de crédito. Ignoro la motivación que llevó a esta decisión, pero es sumamente desacertada.
Becky Cloonan es responsable del apartado gráfico, y suya es buena parte de la culpa del éxito obtenido. Un dibujo muy juvenil, desenfadado en el trazo y en el contenido. No es casual la referencia permanente al estilo nipón, que se identifica con facilidad en un universo dirigido al lector más joven.
Interesante y agradecida propuesta, mas no imprescindible, como hubiera apostado cuando todavía devoraba las primeras páginas del cómic. Pero si te preguntas qué haré cuando publiquen por aquí el segundo volumen, puedes apostar tu brazo derecho a que me haré con él. Voy haciendo sitio en la estantería.
Valoración: 7/10
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