GUION Y DIBUJOS: Tardi
EDITORIAL: Norma
PVP: 24,00 €
Edición original: No disponible FRA. Fecha de edición: abril de 2010. Formato: Libro cartoné, 200 págs., a color.
La obra de Tardi puede clasificarse en tres grandes apartados, cada cual con su propia idiosincrasia. Por una parte, sus trabajos sobre la Primera Guerra Mundial, que le han proporcionado notoriedad en el medio; no es para menos, pues suponen el más fiel y cruel retrato del conflicto que puedes encontrar impreso en cómic. Por otro lado, su afiliación al género negro, sobretodo las historias protagonizadas por su detective favorito, un tal Nestor Burma. Y finalmente, su creación más popular, la joven y descarada Adèle Blanc-Sec.
Protagonista de sus propias aventuras, no tuve hasta ahora más acceso que el ocasional y fugaz encontronazo, en un álbum aleatorio sobre el conjunto de su obra, que solamente hoy he sido capaz de identificar. La reciente recuperación del material disponible me permite cumplir, finalmente, con una de esas asignaturas pendientes que pican en algún lugar inaccesible dentro del cráneo, justo detrás de los ojos.
La decepción ha sido, pues, tremenda, tantas eran las expectativas depositadas en este trabajo. Una trama de flequillo, abusando de la improvisación ya desde su presentación. Unos personajes estrambóticos y cutres, que lejos de caricaturizar una personalidad, se limitan a aparecer en la viñeta para alterar el orden, y provocar un caos que ni el mismo autor es capaz de solucionar. Siempre queda el encanto de la protagonista, enganchado en el zapato del encuadernador, deduzco, pues desaparece prácticamente de todo el álbum.
Solamente en el último episodio de los cuatro recogidos, entiendo el auténtico propósito del creador, pues hace uso de toda la parafernalia construida hasta el momento, trasfondo herético de lo que ha de venir. Un estrafalario universo en el que se mueven como pez en el agua criaturas imposibles, sobreviviendo a la inocencia de la época. Eso, y una técnica que evoluciona a ojos vista, convirtiendo el cómic en lo que se supone debe ser: un medio idóneo de comunicación visual.
A la espera de contemplar si el milagro se realiza, disculpen mi natural escepticismo sobre la conclusión inevitable de la obra, ya publicada en un segundo tomo. Conociendo mis precedentes, acabaré sucumbiendo a la tentación, más teniendo en cuenta el período histórico en el que se ambienta. Tendré mi merecido, de un modo u otro.
Valoración: 3,5/10
EDITORIAL: Norma
PVP: 24,00 €
Edición original: No disponible FRA. Fecha de edición: abril de 2010. Formato: Libro cartoné, 200 págs., a color.
La obra de Tardi puede clasificarse en tres grandes apartados, cada cual con su propia idiosincrasia. Por una parte, sus trabajos sobre la Primera Guerra Mundial, que le han proporcionado notoriedad en el medio; no es para menos, pues suponen el más fiel y cruel retrato del conflicto que puedes encontrar impreso en cómic. Por otro lado, su afiliación al género negro, sobretodo las historias protagonizadas por su detective favorito, un tal Nestor Burma. Y finalmente, su creación más popular, la joven y descarada Adèle Blanc-Sec.
Protagonista de sus propias aventuras, no tuve hasta ahora más acceso que el ocasional y fugaz encontronazo, en un álbum aleatorio sobre el conjunto de su obra, que solamente hoy he sido capaz de identificar. La reciente recuperación del material disponible me permite cumplir, finalmente, con una de esas asignaturas pendientes que pican en algún lugar inaccesible dentro del cráneo, justo detrás de los ojos.
La decepción ha sido, pues, tremenda, tantas eran las expectativas depositadas en este trabajo. Una trama de flequillo, abusando de la improvisación ya desde su presentación. Unos personajes estrambóticos y cutres, que lejos de caricaturizar una personalidad, se limitan a aparecer en la viñeta para alterar el orden, y provocar un caos que ni el mismo autor es capaz de solucionar. Siempre queda el encanto de la protagonista, enganchado en el zapato del encuadernador, deduzco, pues desaparece prácticamente de todo el álbum.
Solamente en el último episodio de los cuatro recogidos, entiendo el auténtico propósito del creador, pues hace uso de toda la parafernalia construida hasta el momento, trasfondo herético de lo que ha de venir. Un estrafalario universo en el que se mueven como pez en el agua criaturas imposibles, sobreviviendo a la inocencia de la época. Eso, y una técnica que evoluciona a ojos vista, convirtiendo el cómic en lo que se supone debe ser: un medio idóneo de comunicación visual.
A la espera de contemplar si el milagro se realiza, disculpen mi natural escepticismo sobre la conclusión inevitable de la obra, ya publicada en un segundo tomo. Conociendo mis precedentes, acabaré sucumbiendo a la tentación, más teniendo en cuenta el período histórico en el que se ambienta. Tendré mi merecido, de un modo u otro.
Valoración: 3,5/10
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