GUION: Alan Moore
DIBUJOS: Jacen Burrows
EDITORIAL: Panini
PVP: 18,00 €
Tomo tapa dura, 17x27 cm., 160 pag., color. Contiene The Courtyard 1-2 USA (2003) y Neonomicon 1-4 USA (2010-11).
Cuando supe que el maestro Alan Moore iba a ponerse manos a la obra con un trabajo inspirado en la obra de Lovecraft, casi no pude dar crédito a mi suerte: Cthulhu y Moore, dos ingredientes indispensables para sazonar un ejemplo de lo que yo entiendo como terror, el que hurga con las uñas ese espacio apartado de nuestra alma, donde conservamos nuestras más repulsivas cargas.
El libro incluye algo más de lo que promete. Recuperamos la obra The Courtyard, publicada en nuestro país de la mano de Aleta hace ya unos pocos años, ahora disponible en color. Una historia que cojea por su aparente improvisación, pero que afortunadamente se completa al fin gracias a los apuros económicos del guionista inglés.
El agente del FBI Aldo Sax investiga una serie de inconexos asesinatos rituales, que se rigen por unos patrones comunes. Sus pesquisas y su peculiar talento para discernir extrañas pautas, le conducirán a un peculiar comercio de drogas, y una subcultura basada en los Mitos.
Años después, retomando el hilo de la historia, son una pareja de agentes del FBI los que remueven el lodo para resolver esos condenados crímenes. Acabarán con sus huesos en la inquietante localidad de Innsmouth (quiero decir Salem), más concretamente en un peculiar comercio que trafica con muñecos de peluche y consoladores ortopédicos
Dos aspectos son los que más me han sobrecogido de este trabajo, hábilmente presentado por el maestro Alan Moore. Por un lado, ha sabido observar el trato distante, incluso de recogida repugnancia, que sentía Lovecraft por las relaciones sexuales (nada sorprendente cuando nos interesamos por su breve biografía). Por otro lado, sabe marcar los tiempos, regodeándose en la cotidianía burguesa antes de asestar el mazazo moral que salpica al aprensivo lector, del mismo modo, quiero recordar, que los compañeros investigadores adquirían conciencia de la realidad que los rodeaba.
Es preciso señalar la importante labor gráfica que desempeña Jacen Burrows en el proceso de exprimir la conciencia del lector. El hombre ya ha trabajado con algunos ilustres del medio, y entiendo que su cordura puede peligrar tras su recorrido amoral en Crossed. Parece el tipo indicado para difuminar la imagen, con el único propósito de hendir más profundamente en la herida cuando nos muestre el rostro del terror primigenio.
Pocas lecturas me han sobrepasado tanto, ni siquiera otras pretendidamente más obscenas y directas. Fui el primer asombrado cuando los hechos se precipitaron, y recordaré el camino por los túneles como si los hubiera recorrido yo mismo, como víctima, y como sectario
Cthulhu Fhtagn R’Lyeh
Valoración: 8/10
DIBUJOS: Jacen Burrows
EDITORIAL: Panini
PVP: 18,00 €
Tomo tapa dura, 17x27 cm., 160 pag., color. Contiene The Courtyard 1-2 USA (2003) y Neonomicon 1-4 USA (2010-11).
Cuando supe que el maestro Alan Moore iba a ponerse manos a la obra con un trabajo inspirado en la obra de Lovecraft, casi no pude dar crédito a mi suerte: Cthulhu y Moore, dos ingredientes indispensables para sazonar un ejemplo de lo que yo entiendo como terror, el que hurga con las uñas ese espacio apartado de nuestra alma, donde conservamos nuestras más repulsivas cargas.
El libro incluye algo más de lo que promete. Recuperamos la obra The Courtyard, publicada en nuestro país de la mano de Aleta hace ya unos pocos años, ahora disponible en color. Una historia que cojea por su aparente improvisación, pero que afortunadamente se completa al fin gracias a los apuros económicos del guionista inglés.
El agente del FBI Aldo Sax investiga una serie de inconexos asesinatos rituales, que se rigen por unos patrones comunes. Sus pesquisas y su peculiar talento para discernir extrañas pautas, le conducirán a un peculiar comercio de drogas, y una subcultura basada en los Mitos.
Años después, retomando el hilo de la historia, son una pareja de agentes del FBI los que remueven el lodo para resolver esos condenados crímenes. Acabarán con sus huesos en la inquietante localidad de Innsmouth (quiero decir Salem), más concretamente en un peculiar comercio que trafica con muñecos de peluche y consoladores ortopédicos
Dos aspectos son los que más me han sobrecogido de este trabajo, hábilmente presentado por el maestro Alan Moore. Por un lado, ha sabido observar el trato distante, incluso de recogida repugnancia, que sentía Lovecraft por las relaciones sexuales (nada sorprendente cuando nos interesamos por su breve biografía). Por otro lado, sabe marcar los tiempos, regodeándose en la cotidianía burguesa antes de asestar el mazazo moral que salpica al aprensivo lector, del mismo modo, quiero recordar, que los compañeros investigadores adquirían conciencia de la realidad que los rodeaba.
Es preciso señalar la importante labor gráfica que desempeña Jacen Burrows en el proceso de exprimir la conciencia del lector. El hombre ya ha trabajado con algunos ilustres del medio, y entiendo que su cordura puede peligrar tras su recorrido amoral en Crossed. Parece el tipo indicado para difuminar la imagen, con el único propósito de hendir más profundamente en la herida cuando nos muestre el rostro del terror primigenio.
Pocas lecturas me han sobrepasado tanto, ni siquiera otras pretendidamente más obscenas y directas. Fui el primer asombrado cuando los hechos se precipitaron, y recordaré el camino por los túneles como si los hubiera recorrido yo mismo, como víctima, y como sectario
Cthulhu Fhtagn R’Lyeh
Valoración: 8/10
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