Soy una matagigantes

GUION: Joe Kelly
DIBUJOS: Ken Niimura
EDITORIAL: Norma
PVP: 12,00 €


Tomo tapa blanda, 224 pgs b/n. 17 x 26 cm.

Ya tuve la oportunidad de leer esta pequeña maravilla cuando todavía no estaba traducida al castellano, y reconozco que, a pesar de mi torpeza idiomática, la historia me cautivó totalmente. Ahora, aprovecho una reciente edición americana con tapas duras para leer, en esta ocasión en castellano de provincias, uno de los mejores ejemplos de storybard editable que hay en el mercado.

Barbara es una cría con muchos humos, una gran personalidad, y una imaginación sin precedentes. También es una matagigantes, según sus propias palabras, cuando no está ocupada estropeando amistades o destruyendo su entorno familiar, ya bastante deteriorado.

Joe Kelly ideó esta propuesta en una tarde, sobre un folio calamar o sepia. Se trataba de algo que debía contar, que transcribiría en formato álbum su propio sentimiento de impotencia, de incapacidad para afrontar una situación que iba más allá de sus propias competencias. Cuando eres un niño, los auténticos monstruos pueden adquirir forma tangible, lo que te permitirá enfrentarte a ello. Si a ello le sumas un fuerte carácter, y un carisma a prueba de incontinencias, obtienes lo que vengo a llamar una narración épica.

Pero dejémonos de tonterías, y otorguemos el mérito a quien lo merece. Ken Niimura tiene sangre patria en sus venas, y sus ojos han visto suficiente mundo para inculcar a sus manos las más apropiadas técnicas gráficas para cada ocasión. Visto el resultado, apreciamos una gran influencia del storyboard original, que madura y evoluciona, pero permanece en esencia.

Mercado norteamericano, dibujo nipón, marco europeo. Tal vez el secreto para completar un buen trabajo sea la complementariedad de estilos, abrazar las buenas costumbres y no ignorar posibilidades técnicas, sin importar de dónde vengan. Aquí tenemos un buen ejemplo para ilustrar mis palabras.

A la espera de que se convierta en una sensacional película (la obra parece haber nacido para ello), me conformaré con disfrutar, de manera periódica, con la lectura de esta sencilla y maravillosa historia. Vosotros deberíais hacer lo propio.


Valoración: 8/10