miércoles, 28 de septiembre de 2011
Punisher MAX #9. La Larga y Fría Oscuridad
GUION: Garth Ennis
DIBUJOS: Howard Chaykin, Goran Parlov
EDITORIAL: Panini
PVP: 11,50 €
Tomo tapa blanda con solapas, 136 paginas, color, tamaño 17x26 cm. Contiene MAX: Punisher 50-54 USA.
Desde que el señor Garth Ennis se hizo cargo en exclusiva del Castigador, un exsoldado trastornado tras volver de Vietnam y perder a su familia en un tiroteo de bandas, me convertí en un fiel seguidor del personaje. Cuando decidió dar el salto a una temática más adulta, acaparando el sello MAX, se ganó un buen pedazo de mi biblioteca, dando por sentado un punto de vista del personaje que perdurará por siempre.
Una de las características que define esta colección es la diversificación de tramas. Salta de una parcela a otra, con la naturalidad propia de un personaje que bien se mueve en ambas aguas. Puede resolver asuntos mundanos en callejones de su ciudad, o bien puede enfrentar crisis internacionales, con el pertrecho y los conocimientos del estamento militar.
Curiosamente, este volumen esquiva ambas posibilidades, centrando su atención en un personaje muy particular, auténtica razón de ser del mismo. Vuelve Barracuda, uno de los némesis de nuestro psicópata héroe, y atrapa la viñeta como cualquier estrella.
Barracuda viene a ser un negrata enorme, con músculos de acero y una mala leche descomunal. Carente de sentimientos ni piedad, se sirve de una paradójica filosofía cuya manifiesta obsesión es el cumplimiento de cada uno de sus deseos, sirviéndose del personal como bien convenga. Y pasarlo bien en el recorrido.
Criatura heredera de los rasgos del Ruso, una bestia parda que ya le puso las cosas difíciles al Castle de Ennis en Marvel Knights. Ocurre que entonces el obsceno personaje tenía cabida como producto excesivo, casi barroco. Trasladarlo al universo MAX incurre en el riesgo de no encajar como caracter pausible, y marcar una disonancia excesiva.
Así ocurre, antes y ahora, desentonando con más series tramas que han dignificado, y mucho, la colección. La participación de esta obscenidad tiene difícil cabida en la historia, pero se hace lo que se puede. Como anuncia un personaje, es un chiste a pesar de todo.
La sorpresa la pone Chaykin ilustrando uno de los episodios, destacándose por su propio manejo de la página, la caracterización de personajes tan apta como personal, difícil de digerir en un mercado que no siempre le respalda. No es su mejor trabajo, pero el proyecto no requería de más.
No sucede lo mismo con Goran Parlov, quien ya se ha hecho un lugar imprescindible en el equipo creativo de lujo de la colección. Ignoro si su trayectoria profesional le permitirá lucirse en otros proyectos, pero creo que con Punisher da el tono correcto.
Poco le queda a esta experiencia mixta entre el artista irlandés y el justiciero asesino, y parece ser que ya hemos dejado atrás la mejor parte. A pesar de todo, sigo recomendando, yo también, estos excelentes ejemplos de cómic salvaje, amén de educativos si te gustan las armas. Atención, además, al hecho de que nos muestran las portadas que nos esquilmaron el anterior volumen. Si rectifican, se agradece.
Valoración: 6,5/10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario