viernes, 19 de septiembre de 2014
Calle de la Estación 120
GUION: Léo Malet, Jaques Tardi
DIBUJOS: Jaques Tardi
EDITORIAL: Norma
PVP: 22,00 €
Album 192 pgs b/n, tapa dura, tamaño 22 x 29,5 cm.
Tropecé con este álbum, como me suele ocurrir, prácticamente de casualidad. Quién me iba a decir que formaba parte de una extensa colección sobre un personaje literario, de cierto prestigio y reconocimiento en el país vecino. Para más inri, no conforma la primera etapa de esta serie, con lo que me subo al carro en marcha, circunstancia que pienso subsanar en breve.
Néstor Burma es, como advierte la publicidad, un oscuro detective parisino. Una criatura nacida de la pluma de Léo Malet, escritor francés del género detectivesco con, al parecer, cierta repercusión local. La adaptación al cómic es encargo del gran Jaques Tardi, un maestro del cómic europeo, a la altura de los más grandes, quien ilustra las páginas del susodicho.
La auténtica revelación que he hallado en esta historia, es el entorno. Comienza en un campo de prisioneros nazi, en plena Segunda Guerra Mundial. El detective en cuestión es invitado de honor, se me entiende, y es entonces cuando se inicia, del modo más sorprendente, la aventura.
La matriz de la historia tendrá lugar, en cualquier caso, en territorio francés. Primero en Lyon, ciudad que aborrece el protagonista. Y luego, en un París ocupado por las fuerzas del ejército alemán. Su presencia es constante, como una bruma persistente, un olor impregnado en las ropas; pero nunca interferirá con la investigación, siendo solamente el decorado de fondo de una trama puramente detectivesca.
Poco imparcial se me puede considerar en lo que respecta a Tardi, a quien considero, como ya he mencionado, uno de los grandes. Vicios y defectos, todos los que me señalen, y alguno más, pero desde que me dejé absorver por su punto de vista sobre la primera de las grandes guerras, resulté reclutado como uno de sus incondicionales.
En cuanto a la trama en sí, puede parecer confusa y tergiversada, no lo negaré, pero lo atribuyo al novelista. La adaptación es consecuente, y si se presta la debida atención, y se procede a su lectura de una sola vez, es factible descubrir la verdad de lo sucedido en las páginas de este cómic antes de su desenlace.
Allá queda lanzado el guantelete, dispuesto a ser recogido por algún pertinaz aficionado al mundillo de las pistas y las viñetas. Pasadlo bien.
Valoración: 6/10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario