GUION: Alan Moore
DIBUJOS: Kevin O’Neill
EDITORIAL: Planeta
PVP: 4,95 €
Tomo tapa blanda. 80 pgs color. 17 x 26 cm. Recopila: "The League of Extraordinary Gentlemen Century 1969 TPB" USA.
Mucho tiempo ha permanecido este ejemplar en la pila de lecturas pendientes, sumergido entre los descartes que se iban acumulando todos los meses. Y todo ello, a pesar de las buenas referencias de sus autores, encumbrados hasta las posiciones más elevadas de la iconografía comiquera. Buena parte de la culpa la tiene, os lo aseguro, la última entrega de esta innovadora serie, que llevaba por título Century 1910, y de la cual conservo no muy gratos recuerdos.
Pocas son también las reseñas que me animaban a su lectura, o las fuentes que podrían satisfacer mi curiosidad sobre la misma, algo que me cuesta comprender una vez que me he animado a coger el toro por los cuernos. En efecto, aunque parece haber perdido la estela de genialidad de los dos primeros arcos argumentales, la propuesta sigue siendo efectista y original.
Alan Moore prosigue su tarea de narrarnos a esos esperpénticos personajes que protegen la integridad de Albión y sus habitantes. Los años ’60 corren por las venas de los londinenses, además de no pocas substancias psicotrópicas y alucinógenas. El movimiento hippie campa a sus anchas entre una población ingenua y rebelde, algo que se repite cada tres generaciones. Y a este marco temporal regresa Mina Murray y sus colaboradores, dispuestos a frustrar los planes de entidades demoniacas una vez más.
Se repiten los elementos que hacen famosa esta serie, ya pronta a su conclusión: unos personajes recuperados de la imaginería popular, un entorno inspirado en la mitología euclidiana, y sobretodo, infinidad de referencias, interminables notificaciones a hechos o personajes acaecidos en algún momento de este u otro espacio ficticio, para regocijo del lector. Yo he podido apenas atender a un mísero porcentaje de las mismas, lo que me garantiza futuras relecturas que me proporcionarán el prometido goce de descubrirlas.
No quiero descuidar los dibujos de Kevin O’Neill, un artista que ya logró su cénit hace lustros, dibujando a un tal Marshal Law, y que no ha variado un ápice su técnica desde entonces. Desvincular este proyecto de su nombre se me hace tan disparatado como ilógico, siendo este tal vez su legado a la industria.
Reconciliado con la serie, aspiro a conocer el total de la obra que referencia a esos caballeros extraordinarios, más a unos precios tan competitivos como los que ofrece la editorial Planeta. Y son tantos los huecos que faltan por rellenar, que entiendo tenemos para tanto como Alan Dios Moore quiera prolongar.
Valoración: 7/10
DIBUJOS: Kevin O’Neill
EDITORIAL: Planeta
PVP: 4,95 €
Tomo tapa blanda. 80 pgs color. 17 x 26 cm. Recopila: "The League of Extraordinary Gentlemen Century 1969 TPB" USA.
Mucho tiempo ha permanecido este ejemplar en la pila de lecturas pendientes, sumergido entre los descartes que se iban acumulando todos los meses. Y todo ello, a pesar de las buenas referencias de sus autores, encumbrados hasta las posiciones más elevadas de la iconografía comiquera. Buena parte de la culpa la tiene, os lo aseguro, la última entrega de esta innovadora serie, que llevaba por título Century 1910, y de la cual conservo no muy gratos recuerdos.
Pocas son también las reseñas que me animaban a su lectura, o las fuentes que podrían satisfacer mi curiosidad sobre la misma, algo que me cuesta comprender una vez que me he animado a coger el toro por los cuernos. En efecto, aunque parece haber perdido la estela de genialidad de los dos primeros arcos argumentales, la propuesta sigue siendo efectista y original.
Alan Moore prosigue su tarea de narrarnos a esos esperpénticos personajes que protegen la integridad de Albión y sus habitantes. Los años ’60 corren por las venas de los londinenses, además de no pocas substancias psicotrópicas y alucinógenas. El movimiento hippie campa a sus anchas entre una población ingenua y rebelde, algo que se repite cada tres generaciones. Y a este marco temporal regresa Mina Murray y sus colaboradores, dispuestos a frustrar los planes de entidades demoniacas una vez más.
Se repiten los elementos que hacen famosa esta serie, ya pronta a su conclusión: unos personajes recuperados de la imaginería popular, un entorno inspirado en la mitología euclidiana, y sobretodo, infinidad de referencias, interminables notificaciones a hechos o personajes acaecidos en algún momento de este u otro espacio ficticio, para regocijo del lector. Yo he podido apenas atender a un mísero porcentaje de las mismas, lo que me garantiza futuras relecturas que me proporcionarán el prometido goce de descubrirlas.
No quiero descuidar los dibujos de Kevin O’Neill, un artista que ya logró su cénit hace lustros, dibujando a un tal Marshal Law, y que no ha variado un ápice su técnica desde entonces. Desvincular este proyecto de su nombre se me hace tan disparatado como ilógico, siendo este tal vez su legado a la industria.
Reconciliado con la serie, aspiro a conocer el total de la obra que referencia a esos caballeros extraordinarios, más a unos precios tan competitivos como los que ofrece la editorial Planeta. Y son tantos los huecos que faltan por rellenar, que entiendo tenemos para tanto como Alan Dios Moore quiera prolongar.
Valoración: 7/10
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