jueves, 26 de julio de 2012

Nuestro verdadero nombre


Imagen


GUION Y DIBUJOS: Luis Durán
EDITORIAL: De Ponent
PVP: 17,00 €


Edición original: Nuestro verdadero nombre ESP Fecha de edición: septiembre de 2005 Color: Blanco y negro Formato: 94 págs

Hace ya unos años, escribí en el PAMMHG una beneficiosa reseña sobre Caminando por las colinas de arena. Por desgracia, mi mala prosa y mi mala praxis provocaron la insatisfacción del autor, hasta el punto que tuve que modificar la misma, para no provocar las iras del respetable. Desde entonces, me he empeñado a rectificar entuertos, reseñando toda la obra escrita, a ser posible, de Luís Durán.

Dos aspectos llamaron mi atención entonces, y siguen siendo válidos actualmente. El primero es el propio autor, quien gusta mantener las distancias con los medios. No resulta fácil encontrarlo en foros o promociones, siendo muy celoso con su propia privacidad, lo que dice mucho de su personalidad. El otro, es el conjunto de su obra.

En una primera impresión, me resultó sorprendente la visión de las realidades de la que hacía gala. Algunos autores se sirven de psicotrópicos, o modifican la percepción de los sentidos mediante técnicas poco ortodoxas. Según palabras del mismo señor Durán, su obra es producto de mucho trabajo. Yo creo que, además, debe tener algún tipo de enchufe con alguna entidad onírica.

Por todo ello, me he obsesionado con encontrar, por fin, el núcleo de inspiración del artista, el motivo por el que asa la pluma, la imagen que compone el rompecabezas, una vez esté resuelto, con heliotropo incluido. Es tarea para toda una vida, pero soy un tipo con mucho tiempo libre.

En esta ocasión, hablamos de Nuestro verdadero nombre, editado en Edicions de Ponent por Paco Camarasa. Enormes calamares aparecen varados en la playa de un pueblo costero, como sucedió hace ya doscientos años. Nos servimos de esta casualidad para narrar sucesos que acontecieron en aquel entonces, y explican el porqué cuerdos ciudadanos excavan como posesos en busca de monedas de oro.

Poco detalle avanza esta pieza en el puzzle, pero me sirve para disfrutar del particular arte de Durán, que tanto y tan poco ha cambiado en el último lustro. Ese calamar gigante está muerto, o me está observando con esa mirada que esconde secretos y duras promesas?

Es curioso que las cosas sucedan dos veces.
No, Samuel. Lo extraño sería que sólo sucedieran una.



Valoración: 6/10


No hay comentarios:

Publicar un comentario