GUION: Bill Willingham
DIBUJOS: Mark Buckingham, Eric Shanower, Terry Moore
EDITORIAL: Planeta
PVP: 12,95 €
Tomo tapa blanda, 152 pgs color. 17 x 25,5 cm. Recopila Fables 101-107 USA
Superada ya la barrera de los 100 números, la colección Fábulas se ve obligada a reinventarse nuevamente. Tras un falso final que tuvo lugar para celebrar la centena, era necesario fijar las bases para continuar edificando tan magno proyecto, antes que su propio éxito acabara devorándolo
Tres pasos son los que ha dado Willingham en este volumen para redireccionar su trabajo, demostrando que conoce la industria sobradamente, encaminándose con pie firme a los diez años de publicación exitosa e ininterrumpida. El primero de ellos abre el ejemplar que reseñamos hoy, ilustrado de manera excelente por Shanower. Más o menos, nos viene a decir: mi universo es vasto, y si me apetece, puedo elegir a la más banal de mis criaturas para protagonizar su propio spin-off, por lo que agotaré la fuente solamente cuando yo decida hacerlo.
El segundo paso cierra el cómic en cuestión, también ilustrado de manera sobresaliente por Terry Moore. Lo que hace es conlcuir de manera definitiva una trama ambivalente, que todavía daba coletazos, y que había mantenido fresca la franquicia durante su primera época. Puede recuperar personajes y situaciones? Por supuesto, pero deja patente su interés por abordar nuevas propuestas.
Finalmente, su arco central firma su declaración de intenciones. Su dibujante titular, Buckingham, es el encargado de hacer realidad el esquema del guionista, pero pierde pistón cuando comparamos su labor con otros artistas involucrados, con lo que puede que vaya siendo la hora de buscar un substituto regular. Por una parte, remienda su traspiés con el villano de turno, un arco que ya debió darse por concluido, o que tal vez ni siquiera debió surgir. Por otro lado, juega con el imaginario colectivo contemporáneo, otorgando la fuerza no solamente a las fábulas que entretenían a los niños desde hace siglos, también a los héroes que plagaban las páginas de cómics populares hace cuatro días, dejando así una puerta abierta a no pocas posibilidades dramáticas.
Por lo demás, el guionista ha demostrado no haber perdido ni un ápice de la ilusión y el trabajo que le han llevado donde está, y las subtramas aparecen a destajo salpicando la historia una página aquí y otra allá, y proveen de sustancia y trasfondo a todos los personajes que pululan en este universo que parece no tener fin, y yo que lo vea.
Valoración: 8/10
DIBUJOS: Mark Buckingham, Eric Shanower, Terry Moore
EDITORIAL: Planeta
PVP: 12,95 €
Tomo tapa blanda, 152 pgs color. 17 x 25,5 cm. Recopila Fables 101-107 USA
Superada ya la barrera de los 100 números, la colección Fábulas se ve obligada a reinventarse nuevamente. Tras un falso final que tuvo lugar para celebrar la centena, era necesario fijar las bases para continuar edificando tan magno proyecto, antes que su propio éxito acabara devorándolo
Tres pasos son los que ha dado Willingham en este volumen para redireccionar su trabajo, demostrando que conoce la industria sobradamente, encaminándose con pie firme a los diez años de publicación exitosa e ininterrumpida. El primero de ellos abre el ejemplar que reseñamos hoy, ilustrado de manera excelente por Shanower. Más o menos, nos viene a decir: mi universo es vasto, y si me apetece, puedo elegir a la más banal de mis criaturas para protagonizar su propio spin-off, por lo que agotaré la fuente solamente cuando yo decida hacerlo.
El segundo paso cierra el cómic en cuestión, también ilustrado de manera sobresaliente por Terry Moore. Lo que hace es conlcuir de manera definitiva una trama ambivalente, que todavía daba coletazos, y que había mantenido fresca la franquicia durante su primera época. Puede recuperar personajes y situaciones? Por supuesto, pero deja patente su interés por abordar nuevas propuestas.
Finalmente, su arco central firma su declaración de intenciones. Su dibujante titular, Buckingham, es el encargado de hacer realidad el esquema del guionista, pero pierde pistón cuando comparamos su labor con otros artistas involucrados, con lo que puede que vaya siendo la hora de buscar un substituto regular. Por una parte, remienda su traspiés con el villano de turno, un arco que ya debió darse por concluido, o que tal vez ni siquiera debió surgir. Por otro lado, juega con el imaginario colectivo contemporáneo, otorgando la fuerza no solamente a las fábulas que entretenían a los niños desde hace siglos, también a los héroes que plagaban las páginas de cómics populares hace cuatro días, dejando así una puerta abierta a no pocas posibilidades dramáticas.
Por lo demás, el guionista ha demostrado no haber perdido ni un ápice de la ilusión y el trabajo que le han llevado donde está, y las subtramas aparecen a destajo salpicando la historia una página aquí y otra allá, y proveen de sustancia y trasfondo a todos los personajes que pululan en este universo que parece no tener fin, y yo que lo vea.
Valoración: 8/10
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