jueves, 10 de marzo de 2011
Macedonia
GUION: Harvey Pekar, Heather Roberson
DIBUJOS: Ed Piskor
EDITORIAL: La Cúpula
PVP: 15,00 €
Tomo 160 pgs b/n, tapa blanda con solapas, tamaño 17x24 cm.
Mi conocimiento sobre conflictos bélicos recientes es, cuanto menos, pírrico. Culpo de ello a mi educación primaria, cuando la clase de historia dedicaba sus últimos coletazos a la 2ª GM, y eso con suerte. Por ello, me resultaban incomprensibles las causas que provocaron la guerra en Vietnam, o la crisis del crudo, por no hablar de la guerra en Bosnia oriental, o en Ruanda.
Pero no me gusta vanagloriarme de mi ignorancia, y por ello le pongo remedio en lo posible, más cuando entre la bibliografía recurrible se encuentra material en viñetas. Es entonces cuando recurro al imprescindible Joe Sacco, o busco otras fuentes de información reseñables; por ello he terminado leyendo Macedonia, aunque de nada me ha servido a este respecto.
El gancho de esta novela gráfica es el nombre del malogrado Harvey Pekar en la portada. La historia no es realmente suya, pero entiendo que su labor consiste en traducir las notas de viaje, y pasarlas al medio del cómic. De hecho, cualquiera podría haber realizado ese trabajo, y observando el resultado, cualquiera lo hubiera hecho mejor.
Quien soporta el auténtico peso de la narración es Heather Roberson, una joven estudiante de ciencias de la paz. Su tesis consiste en que se puede evitar la guerra mediante ardides diplomáticos y políticos, y se propone demostrarlo sobre el terreno, visitando una región amenazada constantemente por la, al parecer, inevitable guerra.
Libreta y grabadora en mano, pasa unos días bien aprovechados en la región de Macedonia, una tierra compartida por serbios, croatas, bosnios, kosovares, griegos, turcos, y por supuesto macedonios, aunque no queda claro quién es quién. Realmente, nada en absoluto sacas en limpio cuando has terminado de leer, aun a disgusto, las páginas del álbum.
Lamentablemente, no deja de ser un panfleto publicitario, o mejor adoctrinador, feamente ilustrado, sobre los pensamientos y conversaciones de la chica allá en Macedonia. El mundo del cómic ofrece muchas posibilidades, pero se limitan a poner en boca de personajes palabras e ideas, amputando cualquier buena técnica narrativa aun antes de poder ser expresada. El resultado, un bodrio aburrido, pretencioso, y vacío de cualquier humano sentimiento o expresividad.
He mencionado de pasada las feas ilustraciones de Piskor, dibujos a tinta de personas hablando, sin importar el contenido de sus palabras, apreciando apenas unos pocos indicios de expresividad. Creo que le daba exactamente igual el resultado, un trabajo imposible de arreglar a esas alturas, y se limitaba a cubrir la página.
Aplauso al ardid de la editorial, señalando en portada con letras imperantes el nombre del fallecido Pekar, sabedores que arrastrarían a un buen bulto de lectores alternativos, cegados y engañados con la trampa (al más puro estilo “Neil Gaiman’s Mr Hero”). Espero que devuelvan el dinero, o al menos se les caiga la cara de vergüenza.
Valoración: 2/10
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