jueves, 3 de octubre de 2013

La banda de los postizos

wrapimgGUION: David B
DIBUJOS: Hervé Tanquerelle
EDITORIAL: Norma
PVP: 18,00 €


Tomo tapa dura, 17 x 24 cm., 152 pag., bitono.

Corren los años ’70, en una joven e ingenua Francia, y un grupo de ladrones se especializan en bancos. Su método es muy sencillo: consiste en mantener inmovilizados a personal y clientela, mientras desvalijan la caja. El tiempo y la experiencia les permitirá mejorar su sistema, y acabarán convirtiéndose en una leyenda moderno de los bajos fondos.

Este es el original planteamiento que nos presenta David B, últimamente muy interesado en indagar con ingredientes históricos. Buena excusa para presentar hechos reales, ambientados en una época donde abundaban largas patillas y pantalones de pana, y la tecnología planteaba unas posibilidades muy amplias para los cacos.

Entendemos que la gracia de estos delincuentes radicaba en su capacidad de disfrazarse con bigotes postizos y pelucas horteras, ocultando así bigotes horteras y peinados horribles; culpamos de ello a la moda y a los tiempos, que no pasan en balde. La carrera de estos intrépidos atracadores terminará a mediados de los ’80, tras una fructífera década en el lado peligroso de la vida.

Tras un prometedor arranque, muy televisivo en cuanto a su puesta en escena, nos alejamos progresivamente de la historia, puede que por nuestra indiferencia hacia unos personajes que no terminan de estar perfilados. Demasiado reales para ser buenas criaturas de ficción. Distancia geográfica o temporal, no conseguimos identificarnos con los hechos. El paso del tiempo, además, afecta a dichos caracteres, con lo que ya tiramos la toalla, y abandonamos cualquier esfuerzo por establecer conexiones.

Buena elección, en cualquier caso, la de Tanquerelle como ilustrador. Establece el bitono y evita los grises, lo que ayuda a alejarnos del inevitable género de atracos como próximo al noir, y crea un parentesco más cercano al interés histórico que pueda despertar en el lector francés, único destinatario evidente de la obra.

Aplaudo nuevamente la labor de Norma, que gracias a su colección Nómadas, puede acercarnos títulos que difícilmente podríamos disfrutar en nuestras tierras. Pero por supuesto, no siempre serán obras imprescindibles las que caigan en nuestras manos, como es el caso.


Valoración: 4,5/10


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