GUION: Ian Edginton
DIBUJOS: Davide Fabbri
EDITORIAL: Norma
PVP: 16,00 €
Tomo tapa blanda. 152 pgs color. 17 x 26 cm. Colección Made in Hell #112. Recopila: "Victorian Undead Vol.1 #16" USA. 2ª edición.
Por un lado, tenemos muertos vivientes. Zombies putrefactos que arrastran sus miembros con un único impulso preternatural que los guía: devorar carne humana, y postergar un apetito insaciable. En los últimos años abundan en celuloide, videojuegos, literatura y, por supuesto, cómics. Están de moda.
Por otro lado, tenemos a Sherlock Holmes. El detective creado por Conan Doyle es una de las recreaciones más socorridas en el séptimo arte, junto a Drácula y Frankenstein. Un personaje que ya forma parte del colectivo intelectual de Occidente, y que no deja de actualizarse en continuas adaptaciones.
El hecho de que ambas opciones fueran tenidas en cuenta bajo un mismo entorno era solo cuestión de tiempo, y no deja de ser una interesante y peculiar propuesta que cualquier aficionado al género de fantasia aceptará sin cuestionarse, siempre y cuando alcance un mínimo imperativo. Pero por desgracia, no se da esa circunstancia.
La propuesta de Edginton roza la incapacidad más torpe, promocionando la idea de un meteorito o cometa como fuente de contagio. A partir de allí, y planificados según la estrategia de una mente criminal, se harán con el control de las calles londinenses, auténtico centro del mundo. Holmes y Watson indagarán para frustrar los planes del villano, por supuesto, respetando los códigos y fuentes.
Davide Fabbri es el dibujante, que bien puede sentirse realizado con la oferta. A cambio, se convierte en un apático ilustrador de rostros putrefactos, aullando y vociferando, sin imprimir ninguna particularidad, aún casual, en ninguna de sus indolentes criaturas.
Fue uno de esos lanzamientos estrella para venerar la presencia de muertos resucitados, allá donde mirases, desde salones del cómic hasta megaestrenos cinematográficos. Pero resulta que no era más que un modo de aprovechar la ola, y arrastrar a los incautos enamorados del género. Aprovechable queda el ensayo de Sergio Colomino acerca de los protagonistas de esta historia, del que mucho he aprendido.
Valoración: 3,5/10
DIBUJOS: Davide Fabbri
EDITORIAL: Norma
PVP: 16,00 €
Tomo tapa blanda. 152 pgs color. 17 x 26 cm. Colección Made in Hell #112. Recopila: "Victorian Undead Vol.1 #16" USA. 2ª edición.
Por un lado, tenemos muertos vivientes. Zombies putrefactos que arrastran sus miembros con un único impulso preternatural que los guía: devorar carne humana, y postergar un apetito insaciable. En los últimos años abundan en celuloide, videojuegos, literatura y, por supuesto, cómics. Están de moda.
Por otro lado, tenemos a Sherlock Holmes. El detective creado por Conan Doyle es una de las recreaciones más socorridas en el séptimo arte, junto a Drácula y Frankenstein. Un personaje que ya forma parte del colectivo intelectual de Occidente, y que no deja de actualizarse en continuas adaptaciones.
El hecho de que ambas opciones fueran tenidas en cuenta bajo un mismo entorno era solo cuestión de tiempo, y no deja de ser una interesante y peculiar propuesta que cualquier aficionado al género de fantasia aceptará sin cuestionarse, siempre y cuando alcance un mínimo imperativo. Pero por desgracia, no se da esa circunstancia.
La propuesta de Edginton roza la incapacidad más torpe, promocionando la idea de un meteorito o cometa como fuente de contagio. A partir de allí, y planificados según la estrategia de una mente criminal, se harán con el control de las calles londinenses, auténtico centro del mundo. Holmes y Watson indagarán para frustrar los planes del villano, por supuesto, respetando los códigos y fuentes.
Davide Fabbri es el dibujante, que bien puede sentirse realizado con la oferta. A cambio, se convierte en un apático ilustrador de rostros putrefactos, aullando y vociferando, sin imprimir ninguna particularidad, aún casual, en ninguna de sus indolentes criaturas.
Fue uno de esos lanzamientos estrella para venerar la presencia de muertos resucitados, allá donde mirases, desde salones del cómic hasta megaestrenos cinematográficos. Pero resulta que no era más que un modo de aprovechar la ola, y arrastrar a los incautos enamorados del género. Aprovechable queda el ensayo de Sergio Colomino acerca de los protagonistas de esta historia, del que mucho he aprendido.
Valoración: 3,5/10
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