martes, 12 de julio de 2011
The Unwritten #1
GUION: Mike Carey
DIBUJOS: Peter Gross
EDITORIAL: Planeta
PVP: 14,95 €
Tomo tapa blanda. 144 pgs color. 17 x 26 cm.
Mike Carey tiene el don de saber contar historias, pero el hombre necesita algo de tiempo, cierto margen para hacer brotar su magia. Nos lo demostró con creces en Lucifer, donde logró transmitir ese genio narrador, pero le llevó años alcanzar el cénit de calidad que requería el personaje. Tres cuartos de lo mismo con su etapa en Hellblazer, una de las mejores de la colección, una vez superado el periodo de adaptación requerido.
Ahora tiene a su disposición una serie regular Vertigo, nacida en sus propias entrañas, con lo que no debe adaptar el compromiso de autores previos. Tiene además un margen de dos años, periodo mínimo de supervivencia de una serie de esta línea a pesar de las ventas, lo que no parece un handicap en este caso, atendiendo a los resultados iniciales.
El resultado es el previsible, o al menos lo será. El arranque es prometedor, pero carece de ese mimetismo embriagador que recubrirá a los personajes cuando la colección alcance los cincuenta números. No se le pueden pedir peras al olmo, pues no sería justo; sí podemos exigir, no obstante, cierta credibilidad natural de la narración, y de eso no falta en este competente comienzo.
Tom Taylor es un tipo aparentemente corriente, cuyo defecto es ser el modelo para la mayor creación ficticia de todos los tiempos, más allá de Tom Sawyer o Harry Potter. Por ello su celebridad es discutible, pero no discutida. El turbio pasado de su desaparecido padre, creador del personaje, incidirá para el argumento de este primer arco, introductorio de la serie.
Y aquí lo tenemos, el modo en que la ficción, afectando el subconsciente colectivo, afecta la realidad, o cómo los hechos que acontecen en nuestra realidad manipulan la creación artística. Una espiral de ideas que tan solo acaba de ser presentada, y que aspira a cambiar el modo en el que entendemos las historias.
Para ilustrar el proyecto, el guionista cuenta con el apoyo de uno de sus más ínclitos colaboradores, Peter Gross. Es uno de mis dibujantes favoritos, con lo que solamente puedo aplaudir la elección, y cualquier valoración adicional será de lo más subjetiva. Sin embargo, parece contenerse para lo venidero, y lo mejor de su trabajo está todavía por llegar, algo inusitado en un primer volumen.
Nos tienen que demostrar el por qué esta serie merece albergar el sello adulto de la editorial, pero eso es algo que no me molestaré en aguardar. No es una colección para adultos, sí para lectores con hambre de buenas historias. O al menos, doy por hecho que lo será.
Valoración: 6/10
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