Un adiós especial

GUION Y DIBUJO: Joyce Farmer
EDITORIAL: Astiberri
PVP: 20,00 €


Tomo tapa dura, 17x24 cm., 208 pag., B/N.

Joyce Farmer es una de las pioneras del cómic underground norteamericano. Si ya el noveno arte está comandado y dirigido por varones, la implicación en el bajomundo de la viñeta ve con malos ojos la participación femenina, con lo que cualquier ejemplo evangelizador es digno de tener en cuenta.

A lo largo de una década, la autora ha estado gestando esta novela gráfica. Su pretensión debe ser conservar algo de la memoria de sus ancestros, devolver un ápice de lo mucho que ha heredado de sus progenitores. Del mismo modo, intenta convertirse en un reclamo a nuestra atención, para que, si bien olvidamos quiénes somos y de dónde venimos, recordemos siempre en qué nos convertiremos.

El cómic retrata los últimos años de vida de Lars y Rachel, una pareja de ancianos residentes en uno de los barrios con menos glamour de LA. La autora se refleja en la hija de Lars, siendo Rachel su madastra, con quien su padre comparte una relación desde juventud.

Observamos el paso del tiempo marcado en sus arrugas, pero somos espectadores del deterioro físico y mental de dos seres humanos que alguna vez significaron algo para el mundo, pero con la llegada de la senectud, se han convertido en un aparatoso y molesto objeto del mobiliario. Los cambios son sutiles, pero terroríficamente destructivos, provocando sensación de estupefacción, melancolía, dolor, y por qué no decirlo, mofa ante el espectáculo que ofrecen dos ancianos decrépitos en el crepúsculo de sus vidas.

Sin llegar a tocar nuestra fibra más sensible, sin enfrentarnos a nuestras mayores hipocresías y miedos, la autora mantiene distancias con los hechos, de modo que cuesta realizar esa conexión psíquica con los personajes. Es un campo todavía por explotar, pero no cabe duda que nos enfrenta a la peor posibilidad que nos ocurre: estamos mirando un espejo, y presenciamos nuestro propio rostro dentro de treinta, cuarenta años.


Valoración: 6,5/10